La candidata a diputada del oficialismo salió a poner paños fríos luego de haber asegurado que existe un 20% de posibilidades de que el joven desaparecido esté en Chile con los RAM
Elisa Carrió no anduvo con vueltas.
—Pido disculpas si ofendí a alguien con lo que dije— lanzó raudamente para atemperar los ánimos.
Al regreso de un acto en Pilar, junto a la gobernadora María Eugenia Vidal, Lilita exteriorizó su congoja.
—Pido disculpas y quiero aclarar que rezo mucho por la familia de Santiago Maldonado. Y también rezo mucho para poder encontrarlo vivo —sintió la necesidad de aclarar.
El miércoles por la noche, en el marco de un debate televisivo entre los candidatos porteños, había dicho que existía un 20 por ciento de posibilidades de que el tatuador desaparecido esté en Chile.
Semejante afirmación generó un enorme revuelo político, tanto en la oposición —Pino Solanas la acusó de «encubridora»— como en la Casa Rosada, que venía alejándose progresivamente de la defensa corporativa de la Gendarmería para abrirse a otras hipótesis.
Acaso esto explique por qué la legisladora se preocupó en resaltar en las últimas horas que no habló en nombre del gobierno ni con información aportada por la cartera de Seguridad.
—Estoy investigando con datos que me acercan, que me llegan. Tengan la certeza de que voy a seguir investigando para llegar a la verdad —afirmó para desligar a la ministra Patricia Bullrich de la frase de la discordia.
Maldonado fue visto por última vez el 1° de agosto, durante una protesta de la comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen, sobre la ruta 40, desalojada por efectivos de Gendarmería. La causa que tramita el juez Gustavo Lleral está caratulada como «desaparición forzada».
Sin embargo, la líder de la Coalición Cívica sorprendió con su versión de los hechos. «No sé si está en Chile. Cuando sepa que Maldonado no está en Chile voy a hablar. Hay un 20% de posibilidades de que el chico esté en Chile con el RIM», aventuró en pleno debate, imperturbable, apurada por una pregunta del candidato del Frente de Izquierda, Marcelo Ramal.
¿Qué quiso decir con que cree que existe un 20 por ciento de posibilidades de que Maldonado esté en Chile? ¿Por qué dice que cree? ¿Es una cuestión de fe o tiene datos? ¿Qué cálculo probabilístico hizo para concluir que es un 20 por ciento? ¿Y a qué correspondería el 80 por ciento restante?
—Intuición —fue la única palabra que ofreció a la prensa para responder a este cúmulo de preguntas.
La peregrina frase de Carrió resultó ofensiva. Y Sergio Maldonado, hermano del joven desaparecido, no se quedó callado. «Le agradezco que si tiene esas especulaciones se presente ante el juez, le informe lo que son, así encontramos a Santiago, por lo menos en un 20 por ciento», la cruzó con ironía.
El pedido de disculpas de Lilita sobrevino a un dicho desafortunado en una noche desafortunada. No sólo le dijo RIM a la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) sino que además llamó Andy García a Andy Freyre y olvidó el nombre de Paula Olivetto, ambos candidatos de su lista.
Su equipo de asesores admitió que estuvo nerviosa, que se presentó en TN sin la preparación adecuada y aún con síntomas de una bronquitis que desatendió, al punto de haber pasado el fin de semana a puro chapuzón en la pileta de su casa de Exaltación de la Cruz.
Carrió dilapidó así el gesto de presentarse a debatir, algo inhabitual entre los que encabezan las preferencias del electorado.
—La verdad es que estoy abrumada —justificó entre los suyos, haciendo saber que el 50 por ciento de los votos obtenidos en las PASO, lejos de resultar un alivio, se convirtieron en una carga.
Sin embargo, antes del cierre de su campaña, previsto para el martes en Ferro, seguirá a puro proselitismo. Anoche mismo estuvo en Balcarce 421 para participar de un Facebook live junto a Vidal, Esteban Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
En el cuarto piso de esa sede nacional del PRO dejó en claro, junto a sus compañeros de ruta, que sus dos objetivos inmediatos tienen nombre y apellido: Alejandra Gils Carbó y Joanna Picetti.
Gils Carbó acaba de ser procesada por administración fraudulenta. Carrió siempre se mostró inmisericorde con la procuradora general de la Nación, a la que acusa de usar el cargo para hacer negocios y garantizar impunidad.
Lo de Picetti es insólito. Resiste como candidata de Vamos Juntos pese a que sus compañeros de lista, con Lilita a la cabeza, la impugnaron por las denuncias de abuso y maltrato.
¿Qué pasará con viejas cruzadas como la que libró contra Ricardo Lorenzetti? Para no incomodar al presidente Mauricio Macri, Lilita la congeló hasta después de las elecciones del 22.
Ella asegura que tiene «numerosas y contundentes» pruebas contra el presidente de la Corte Suprema, todo lo contrario a lo que evidenció en el caso Maldonado, en el que tuvo que salir a enmendar la patinada.
Fuente: Infobae