Diplomatura en Interpretación y Traducción Intercultural Wichi Castellano.
Egresados de la Diplomatura de Extensión en Interpretación y Traducción Intercultural Wichi Castellano para el acceso a la Justicia recibieron sus certificaciones finales ayer en la Universidad Nacional de Salta (UNSa).
Se trata de la primera experiencia de este tipo en el país. La diplomatura comenzó a dictarse en 2021 con modalidad virtual e instancias presenciales y surgió a partir del trabajo colaborativo entre el Consejo Wichí Lhämtes (Consejo de la Lengua Wichí), ICSOH CONICET- UNSa y la Facultad de Humanidades. Un total de 24 estudiantes recibieron formación lingüística, cultural y jurídica respetuosa de la interculturalidad para que puedan desempeñarse como traductores e intérpretes en procesos judiciales y ayer recibieron sus diplomas durante el acto de cierre que se realizó en el anfiteatro K de la UNSa.
Dora Fernández, de 45 años, miembro de la Comunidad Wichi Lote 75, Tierras Fiscales, de Embarcación y maestra especial en modalidades indígenas fue una de las egresadas que recibió felizmente su certificación. En diálogo con El Tribuno contó que forma parte del Consejo Wichi Lhämtes desde hace 25 años en Morillo y que el camino no fue para nada fácil, sino lleno de obstáculos. «El tema de no tener a veces medios para seguir, de luchar para ser parte de una institución tan grande y de ser del pueblo wichi, donde a veces las mujeres tienen muchas necesidades y sufren discriminación hace que las cosas sean más complicadas. A esto se sumaba el no acceso a lo jurídico que había, pero nosotros, a través de esta diplomatura, aprendimos muchísimas cosas y fuimos superando esas barreras», contó.
Y añadió: «Le digo gracias a la profesora Cecilia que es excelente y nos ha inculcado muchos conocimientos, pero sin dejar de lado nuestra cosmovisión y la lengua materna que es una lengua viva en Argentina. Nuestro pueblo es el que más la ha mantenido y la mantiene. Desde niños aprendemos y nosotros hablamos todo el tiempo wichi».
Osvaldo Villagra, de 36 años, miembro de la comunidad wichi La Puntana, de Santa Victoria Este, facilitador intercultural en el hospital público Materno Infantil y estudiante de Ciencias de la Educación, fue otro de los egresados. Expresó que sus abuelos y padres siempre anhelaban una iniciativa como la diplomatura que pudo cursar él. «Desde hace muchísimos años se hablaba en la comunidad de esta necesidad de tener acceso a la Justicia y a la educación en nuestra lengua, porque siempre estuvimos desamparados en ese sentido», manifestó.
Y agregó que si bien la virtualidad les costó, pudieron adaptarse a la computadora. «Entre tres o cuatro compañeros se conectaban desde un mismo dispositivo. Hubo mucho esfuerzo para esta presentes y seguir y lo logramos. Voy a estar eternamente agradecido a la universidad por esta oportunidad tan grande», expresó con alegría, y en compañía de su pequeña hija, Olivia, de cinco años.
Adriana Gómez, de 33 años, miembro de la comunidad Misión Kilómetro 6 de Tartagal y estudiante de abogacía también recibió su diploma. «Me acuerdo del primer día en el que un amigo me mandó un link con información sobre la diplomatura y me inscribí, pero nunca pensé que iban a pasar tantas cosas lindas y que hoy iba a estar recibiendo mi certificado. Conocer a mis compañeros y compañeras fue hermoso. Nosotros hablamos diferentes dialectos y yo no sabía muchas cosas pero las pude aprender», sostuvo.
En tanto Toribio Demostenes, de 47 años, comunicador popular y egresado de la diplomatura, expresó: «Nuestro pueblo es un pueblo libre, dicho sea de paso, en nuestra lengua no existe la palabra libertad porque nunca fue necesario. La libertad es un principio fundamental de la Justicia y nuestra gente necesitaba eso, saber cómo desenvolverse en situaciones que tengan que ver con ella. Esta diplomatura marca un antes y un después. Ha venido a dar lo justo».
Convenio para prácticas de formación
En el marco del acto de entrega de sus certificaciones finales a los estudiantes oriundos de Santa Victoria Este, General Ballivián, Embarcación, Morillo y Tartagal que cursaron la diplomatura, la presidenta de la Corte de Justicia, Teresa Ovejero, firmó un convenio con el rector de la Universidad Nacional de Salta, Daniel Hoyos, producto del cual los egresados podrán realizar sus prácticas de formación en la Ciudad Judicial de Tartagal, un edificio pionero en la integración intercultural al contar con señalética en castellano y wichi. Esta acción se enmarca en el proceso de modernizacion del Poder Judicial./El Tribuno