Deja mucho que desear…
Pese al millonario gasto de la Municipalidad en obras de refacción, la plaza principal nuevamente se encuentra en terribles condiciones a pesar de su reciente “reinauguración” y a pocos días del cambio en el gobierno.
La Plaza 9 de Julio, que les costó a los salteños la millonaria cifra de 300 millones de pesos, más los 12% de la redeterminación y los gastos por obras paralelas, nuevamente se encuentra en la mira por su estado.
Una obra que por diciembre del año pasado, la entonces jefa de Gabinete de la Municipalidad de Salta, Agustina Gallo, anunciaba con bombos y platillos, en la que se “invertirían” más de $125 millones (iniciales) en parquización y mantenimiento de las esculturas, en plena temporada, no se encuentra apta para recibir a los turistas.
Las imágenes hablan por sí mismas y dan cuenta de una falta de previsión y proyección por parte de la comuna: la etapa final de obra, que abarcaba la parte de la glorieta, a pocos días de su re apertura ya se encuentra con la madera del interior toda picada y en algunos casos con moho. Según se puede ver, ni siquiera se la lustró para que luzca mejor.
La reja que bordea los canteros sobre esta ala de la plaza no se terminó de colocar e incluso un sector sigue sin habilitación al público y para variar, los bebederos no tienen agua. Una obra que nadie pidió, y que a días del cambio de gobierno todavía no se termina.
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Con información de Aries OnLine