Contempla rebajas en todo Mendoza y zonas de Buenos Aires, San Luis, Salta, Córdoba y Santa Fe. Cambiemos votó dividido.
La Cámara de Diputados aprobó este jueves la ley de Máximo Kirchner que prorroga por 10 años la reducción de tarifas a las zonas frías del país, pero incorpora más de 3 millones de usuarios distribuidos en Mendoza, zonas de Buenos Aires, San Luis, Salta y algunas localidades de Catamarca, Córdoba y Santa Fe.
La ley tuvo 190 votos, 16 negativos y 43 abstenciones. Cambiemos votó dividido: los diputados de zonas beneficiadas lo respaldaron y en el resto hubo rechazos por motivos varios, como el posible costo fiscal oculto, las zonas elegidas o el reclamo de un subsidio a la energía para las regiones cálidas.
Máximo dedicó gran parte de su discurso a desmitificar cualquier preferencia. «Están incluidas localidades de Córdoba, donde en 2019 nos pasearon de un lado al otro. Mendoza, que tiene al presidente de la UCR, ex exgobernador y mandamás de la provincia (Alfredo Cornejo). Y localidades bonaerenses como Bahía Blanca, Mar del Plata, Tandil, gobernadas por Cambiemos, de donde son la mitad de los beneficiados».
Recordó que cuando Macri justificaba sus tarifazos, citaba a su abuela tandilense, «Blanco Villegas, como tenía problemas de liquidez, apagaba el gas a las 11 de la noche y lo volvía a prender a las 6 de la mañana. Estamos cumpliendo con la plataforma electoral. No queremos a nadie eliminado de la planilla de Excel como lo hacía el exministro (Juan José) Aranguren».
El texto final del proyecto surgió de una combinación de los que habían presentado la diputada del Frente de Todos Liliana Schwindt, el lavagnistas Alejandro «Topo» Rodríguez y el mendocino José Luis Ramón, un aliado del oficialismo que pelea por esta ley desde 2017 y la festejó flameando una frazada.
Liliana Schwindt.
Buscaban ampliar a otras regiones un beneficio que desde el 2002 sólo tiene la Patagonia y consiste en pagar entre 30 y 50% menos la tarifa de gas, financiada por un fondo fiduciario compuesto con un porcentaje de las tarifas que paga el resto del país sobre el volumen del gas comercializado.
Se puede cobrar hasta el 7.5%, el último año se percibió el 4.44% y la lo sube un punto más. Significa un costo de 0.5% a las tarifas, entre 6 y 8 pesos, que permitirán absorber los 29 mil millones que demandará con esta ampliación.
No habrá impacto fiscal porque no se contemplan nuevos subsidios, justo en medio de una tensión entre Guzmán y Cristina Kirchner por el nuevo cuadro tarifario. De hecho, el «Topo» Rodríguez aseguro que durante el Gobierno de Macri del fondo fiduciario que financia este beneficio ni se usaba y quedaron millones de pesos escondidos en el Banco Nación.
Las regiones elegidas no fueron al azar, sino con un estudio del servicio meteorológico que identificó ciudades en las que no es posible sostener la temperatura a 18 grados en el dormitorio y 21 en las salas de estar, parámetros determinados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La reducción del 30% será para el usuario común y el 50% para jubilados, beneficiarios de obras sociales, de asignación universal por hijo y electrodependientes, entre otros sectores. Schwindt identificó entre los primeros a 2 millones 700 mil y 431 mil entre los segundos.
«El proyecto iguala en derechos a usuarios en cuanto a asequibilidad, ya que podrán de este modo pagar una tarifa más justa a mayor consumo», explicó la diputada. Aclaró que también abarca a la compra de gas envasada, la garrafa y el gas licuado.
Los mendocinos de Cambiemos votaron a favor pero criticaron la letra chica y la oportunidad elegida. «Este proyecto compromete la sostenibilidad de la política energética y económica del país, por lo que le podríamos llamarlo subsidio pre elecciones», sostuvo Jimena Latorre.
Hubo resistencia con voto a favor de algunas provincias productoras de hidrocarburos. «Para alcanzar la verdadera equidad es fundamental aumentar las redes de distribución de gas e invertir en infraestructura de distribución, para llegar a ese 40 por ciento de la ciudadanía que aún no tiene acceso de red», sostuvo la neuquina Alma Sapag.
Pero la escena se la robó Ramón, aplaudido por todos los diputados del Frente de Todos mientras revoleaba la frazada. «¡Estamos de fiesta! ¡Brinden los que están en sus casas! ¡Esta es la política!», gritó, parado desde su banca y hasta intercambió bromas con su coterráneo Omar de Marchi, del PRO, que en ese momento presidía la sesión.
Máximo se involucró en la elaboración de la ley junto al titular de la Enargas Federico Bernal, quien pulió la letra fina y fue el único expositor del Gobierno durante el debate en comisiones.
Su cierre fue palo y palo contra el ex presidente. «Quienes cuestionan de dónde saldrán los fondos para hacer frente a esta ley: Es una pena que no se hayan preguntado cómo íbamos a devolver los 44 mil millones de dólares del FMI. La sociedad por estos tarifazos fue mucho más rápida que el remedio constitucional», ironizó, sobre la no reelección de Macri».
REPORTE PLUS
LPO