El contexto es complejo, dado que a la falta de agua y comida se suman el problema de la sequía y la inminente crecida del río Pilcomayo.
«Hay unos siete chiquitos más en situación crítica; dos de ellos en situación de extrema gravedad», informó Antonio Cesar Villa, el secretario de Relaciones Institucionales de Santa Victoria Este, luego de conocerse oficialmente la sexta muerte de un niño wichí por falta de comida y agua.
Villa alertó sobre la situación de los pobladores de la zona en general, donde la mayoría son de comunidades originarias. «Lo que más se dificulta es el acceso al agua. En este momento tenemos una sequía que está devastando la región, se nos están muriendo todos los animales que ni siquiera se pueden comer porque muchos de ellos están enfermos», describió Villa.
Por otro lado, «tenemos el río Pilcomayo que está llegando cada vez más caudaloso y en cualquier momento comienza a desbordar en medio de esta sequía», advirtió.
El río, que nace en los cerros de Bolivia y marca la frontera con Argentina y el sur de Paraguay, «se encuentra tapado en algunos lados por el lodo acumulado por inundaciones anteriores, las que hacen que año a año bajen aludes y se producen inundaciones cada vez más frecuentes, debido al desmonte sufrido», remarcó.
«Al problema del hambre, la sequía y una inundación inminente debemos sumarle que recibimos un municipio endeudado en 17.000.000 de pesos, y ahora adquirimos otra deuda de 3.500.000 pesos que en su mayoría fue invertida en la construcción de anillos de defensa para cubrir a las comunidades y evitar que sean sorprendidas de noche por el agua», afirmó.
Mientras que el Estado provincial reconoce seis fallecidos, Villa advirtió: «nosotros decimos que son siete ya que contamos a un niño que murió por causas salvables, pero estaba con muy bajas defensas debido a la mala alimentación».
Autoridades del Ministerio de Salud Pública de Salta informaron, a través de la web oficial, que el niño fallecido el domingo fue llevado a la consulta por sus padres el sábado a la tarde: «El equipo de salud evaluó que el menor se encontraba en un estado general grave, presentando un cuadro febril, deshidratación severa, alteraciones del sensorio, llevaba diez días con vómitos y diarrea y tenía una enfermedad de base, desnutrición crónica».
«Frente al delicado estado de salud del menor se decide la derivación hacia el hospital de Morillo, donde se recibe al niño y se realiza una nueva derivación hacia el hospital de Orán. En el trayecto de Morillo a Orán el niño fallece por sepsis», señalaron en el comunicado.
Por su parte, Gilberto Vicente, cacique de la Comunidad el Tráfico, de donde era oriundo el bebé y su familia, indicó que «la ambulancia tenía fallas, se quedó a mitad de camino cuando venía de Morillo y el nene murió durante el traslado».
César Villa advirtió sobre la necesidad de que «se declare la Emergencia social y sanitaria para que las familias wichí reciban atención alimentaria y de salud lo más urgente posible, caso contrario esto se puede convertir en una gran catástrofe evitable». (Télam)
Fuente: La Gaceta Salta