En apenas cinco meses del gobierno de Javier Milei, la tasa de interés de los plazos fijos quedó muy retrasada respecto de la inflación y, hace unos días, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) la volvió a bajar otro 10% y la dejó en el 50% nominal anual (TNA). Sin dudas, la tasa se convirtió en una pieza clave de la política monetaria y el Ejecutivo la usa como instrumento para licuar los pasivos del Central y los pesos de la economía.
Plazo Fijo
Desde que arrancó el mandato de Javier Milei, la tasa de interés quedó muy por debajo de la inflación y llegó al 50% anual. La última baja fue la tercera en menos de un mes. Qué busca el Gobierno y cómo afectaría a las tasas de interés del plazo fijo.
Efectivamente, la última reducción de tasa fue la tercera en menos de un mes para el BCRA; y la quinta durante la gestión de Santiago Bausili al mando de la entidad financiera.
De hecho, tras el último ajuste, la tasa de pases (la de política monetaria) se ubicó en 4,2% mensual, frente a una inflación que se ubicaría -según las consultoras de análisis- alrededor del 9% para abril.
A su vez, la Tasa Efectiva Anual (TEA) pasó del 79,6% al 64,8%, frente a una inflación interanual estimada en 189,4%, según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM). Por su parte, los bancos privados implementaron rendimientos para los plazos fijo tradicionales por debajo del 4% mensual.
Plazo fijo: cuál es el plan del Gobierno para la tasa
Efectivamente, el Gobierno de Milei busca seguir con tasas reales negativas para continuar licuando pesos de la economía y, a su vez, volver más atractivos los instrumentos que coloca el Tesoro. Al bajar la tasa de referencia, los activos de deuda de Hacienda se vuelven más interesantes. Por lo tanto, todo indicaría que la tasa de política monetaria continuaría bajando y, con ella, la de los plazos fijos en los bancos.
Sin embargo, lo que haga dependerá de diversos factores: el nivel de ingreso de divisas que se produzca con la cosecha gruesa; la evolución de la actividad económica y la inflación; así como la capacidad de colocación de deuda del Tesoro.
De todas maneras, a medida que baja la inflación, el margen para mantener ese camino es menor. Y, en ese aspecto, el gobierno tiene varias anclas inflacionarias para el plan económico de Milei-Caputo y una es la monetaria, con esta tasa negativa.
Por su parte, si el deseo del gobierno es levantar el cepo cambiario, tal como anticipó el ministro de Economía, Luis Caputo, debería corregir la tasa para que se vuelva real positiva.
No es posible terminar con el andamiaje que limita el acceso al dólar en la Argentina con una tasa para los instrumentos en pesos tan baja respecto de la inflación como la actual. De hecho, si no toman medidas en ese sentido, el tipo de cambio podría dispararse fuerte y eso generaría demasiados problemas para las autoridades. El más importante de todos: una fuerte corrida de la inflación./A24