Patricia Bullrich presentó la normativa para el personal de las Fuerzas de Seguridad que actúa en Rosario. El Gobierno está «en proceso de compra» de más armas.
«Ustedes recordarán que hace unos días dotamos a la Prefectura de la posibilidad del uso de armas largas de calibre policial en los ríos de frontera, donde estaban recibiendo ataques permanentes, y ahora esto va para las cinco fuerzas federales«, detalló Patricia Bullrich.
Las armas, inlcuidas «unas Taser» para su uso en Rosario, «las van a poder utilizar en las situaciones en las que resulte imposible la utilización de otros medios», aclaró la funcionaria.
«Hay un concepto de la progresividad, si se puede no utilizar el arma, no se la utiliza. Las armas se podrán utilizar cuando haya un peligro inminente de muerte del propio agente o de ciudadanos que están en peligro de ataques de criminales», aseguró antes de aclarar que «también se usan para impedir un delito, que es particularmente grave o para detener un delincuente que se resista a la autoridad».
«Los agentes deberán siempre identificarse como tales, dando la voz de alto, pero hay una excepción, que es que hay momentos que si el agente da su identidad y pone en riesgo su vida o la de terceros, si está rodeado por un grupo de narcotraficantes o de asesinos», señaló.
«Estamos recibiendo unas Taser y también estamos en proceso de compra de unas arma Byrna, que son de uso civil, en lugares de alta densidad de población. En poco tiempo vamos a tener el reglamento para esas armas. También estamos comprando armas cortas y escopetas», anticipó Patricia Bullrich en materia de equipo para el personal de Seguridad.
Bullrich aclaró que el arma Byrna ya se fabrica en nuestro país y que es «un arma no letal, como un pequeño aire comprimido que la están utilizando algunas policías» del mundo.
Durante su conferencia de prensa la titular de Seguridad habló sobre la necesidad de «tomar el territorio» en Rosario para luchar contra el narcotráfico y dijo que están «desconectando a las cabezas de las organizaciones (criminales), que están presas, de los (miembros) que están libres».
Las declaraciones de la ministra llegan horas después de que Germán Bussanich, el padre de Bruno, el playero asesinado el fin de semana pasado en Rosario, la acusara de «ponerse la chapa de Bukele y le falta mucho».
En diálogo con Telefe Noticias, el padre de Bruno se dirigió a Bullrich y le dijo que «están haciendo las cosas mal, se están poniendo la chapa de Bukele y lo está haciendo mal, le falta mucho».