El entrenador fue despedido pese a los buenos resultados de su equipo, con el que fue dos veces campeón.
El Al Hilal de Arabia Saudita despidió a Ramón Díaz luego de la derrota en la segunda fecha de la Champions de Asia contra Esteghlal de Irán. La noticia causó sorpresa dado que el riojano tuvo un notable desempeño. Ganó dos títulos (campeón de la Liga local y la Copa del Rey), fue finalista de la Champions League asiática el año pasado y Al Hilal va puntero en la Liga, con grandes chances de volver a coronarse.
Ramón debutó como entrenador del equipo árabe el 28 de octubre de 2016. Dirigió 65 partidos, de los que obtuvo 52 triunfos, 7 empates y apenas 6 derrotas. Es decir que obtuvo el 85% de los puntos en juego. Un número altísimo. Y su equipo hizo 126 goles y recibió 24.
Sus éxitos y el juego de su equipo lo pusieron como principal candidato a dirigir al seleccionado que participará en el Mundial de Rusia 2018. Pero no hubo caso. Las autoridades nacionales eligieron a otros argentinos: Edgardo Bauza, quien duró un par de suspiros, y Juan Antonio Pizzi, quien se hará cargo del plantel en la Copa del Mundo.
Tan a gusto se sentía Ramón (trabajó junto a su hijo Emiliano en el cuerpo técnico) que parecía que su estadía en Arabia Saudita iba a durar un largo rato.
Sirve un detalle para retratar su comodidad. Su último cumpleaños, el número 58, lo celebró el 29 de agosto en ese territorio que al llegar le resultaba muy ajeno. Ese día, el presidente Nawaf Bin Saad le hizo un regalo de los que al técnico riojano más le gustan: una camioneta 4×4. En la misma ceremonia los jugadores le ofrecieron un baldazo de agua helada. Y lo lanzaron por el aire.
«Gracias al club, gracias a la familia real y a toda la gente del Al Hilal. Ahora queremos ganar la Copa, vamos por el tri», decía Ramón, justo después de aquel cumpleaños. Lucía contento.
Sin embargo, el Al Hilal decidió cambiar los planes y le marcó la puerta de salida al riojano multicampeón con River en la Argentina. Y tanto cariño generó en Arabia Saudita que los hinchas del Al Hilal están enfurecidos con los dirigentes.
Fuente: Clarín