Disminuyó la cantidad de usuarios en la red social y bajó el valor de sus acciones en la Bolsa. La difusión de noticias falsas, el impacto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y las críticas que recibió en el último tiempo por parte de ex directivos de la compañía y asociaciones médicas
Facebook marcó un antes y después en las comunicaciones. Cambió la forma en que se interactúa en el universo digital, supo ser una compañía totalmente disruptiva y logró captar la atención de millones de personas en el mundo.
Pero en el último tiempo, el imperio de los likes comenzó a experimentar una caída, tanto en cantidad de usuarios como en reputación. La difusión de noticias falsas, un poder seductor considerado «adictivo» y algunas prácticas consideradas intrusivas pusieron a la compañía en el ojo de la tormenta.
1. La pérdida de usuarios
La popularidad de Facebook está en caída: en el último trimestre hubo 1.400 millones de usuarios activos, un tanto menos que los 1.410 millones que se registran en promedio, según analistas consultados por Bloomberg. En lo que se refiere particularmente a Canadá y Estados Unidos -el mercado más grande para esta compañía- se registró una caída de un millón de usuarios.
El sitio de Mark Zuckerberg parece estar perdiendo ese «sex appeal» que en su momento lo convirtió en el número uno. El tiempo que pasan los usuarios en la red también disminuyó en unas 50 millones de horas por día.
Esta falta de interés es particularmente notoria entre los más jóvenes. Según la analista Anjali Lai, de la consultora estadounidense Forrester, un 34% de los jóvenes de entre 12 y 17 años en Estados Unidos cree que Facebook es «para gente mayor».
La crisis también se está sintiendo en la Bolsa: las acciones sufrieron una caída de 4,8%, a fines de enero. Y tan solo en la última jornada se registró una baja de 1,44%.
2. Las noticias falsas
Facebook ha sido vinculada con la difusión de noticias falsas, y si bien la empresa está implementando estrategias para disminuir la circulación de este tipo de contenido, lo cierto es que ya se generó una mala fama que, al menos por ahora, parece difícil de superar.
Hillary Clinton dijo que las redes sociales habían tenido un rol fundamental en su derrota. Se estima que, tan solo por Facebook, unas 126 millones de personasfueron alcanzadas por la campaña de propaganda rusa.
La Justicia estadounidense, que ya imputó a 13 ciudadanos y 3 entidades rusas por la injerencia en las elecciones presidenciales a través de las redes, seguirá investigando el uso de las plataformas en este sentido.
3. La posible pérdida de anunciantes
Toda esta situación, sumada a otros incidentes polémicos -como las transmisiones de suicidios y otras situaciones violentas-, está generando desconfianza en el sitio, al punto tal de que Unilever amenazó con quitar publicidad de Facebook y otras plataformas, a menos que se mejore la calidad del contenido que se difunde por esa vía.
«Noticias falsas, racismo, sexismo y terroristas que distribuyen mensajes de odio, contenido tóxico dirigido a niños. Todo eso es parte de una internet que está a millones de millas de distancia respecto de lo que pensamos que sería», dijo Keith Weed, jefe de marketing de la multinacional, al anunciar esta decisión.
Pero no es es solo la reputación lo que les preocupa a los anunciantes, sino también otras prácticas que consideran poco transparentes. En septiembre de 2016, se supo que la empresa sobreestimó el tiempo de visualización de los videos en su plataforma entre un 60% y un 80%. Esta métrica es un dato clave para los anunciantes a la hora de elegir dónde publicitar.
La compañía dijo que se había tratado de un error y pidió disculpas por eso. A su vez, a comienzos de enero de 2017, anunció que se sometería a una auditoría por parte de Media Rating Council (MRC), una organización estadounidense sin fines de lucro, para darles mayor seguridad a sus anunciantes sobre el uso de las métricas.
4. El poder adictivo
En el último tiempo Facebook recibió críticas muy duras de parte de antiguos directivos de la compañía como Chamath Palihapitiya, ex vice presidente para el crecimiento de usuarios de Facebook, quien aseguró sentirse culpable por haber colaborado en el desarrollo de un sitio que está dañando el entramado social. «Este es un problema global… está erosionando los fundamentos de cómo la gente se comporta e interactúa», dijo.
Sean Parker, creador de Napster y primer presidente de Facebook, confesó que al diseñar la plataforma buscaron explotar «una vulnerabilidad en la psicología humana» para que tuviera un efecto similar al de la adicciones. «Lo entendíamos, conscientemente, y lo hicimos de todas maneras», subrayó.
5. El impacto en el estado de ánimo
El uso excesivo de las redes sociales puede impactar negativamente en los vínculos sociales así como en el ánimo, al punto de generar depresión. Según diferentes estudios, los adolescentes que usan entre 6 y 9 horas semanales las redes sociales tienen un 47% más de chances de considerase infelices o tristes que aquellos jóvenes de su misma edad que no lo hacen.
Hace menos de un mes, un grupo de pediatras y expertos en salud mental y asociaciones médicas de Estados Unidos le escribieron una carta a Mark Zuckerberg pidiéndole que discontinúe Messenger Kids, un servicio para niños de entre 6 y 13 años, por considerarlo nocivo para el desarrollo de los menores.
«Messenger Kids no responde a una necesidad, sino que la crea. Apela a niños pequeños que, de otro modo, no tendrían sus propias redes sociales», se menciona en el texto.
6. Los medios de comunicación
Los gigantes tecnológicos concentran el 80% de la pauta digital y esto impacta de manera directa en los medios de comunicación, los cuales, de 2009 a la actualidad, sufrieron una reducción de un 30% de sus ingresos.
A estos número se suma la decisión de Facebook de priorizar las publicaciones de amigos y familiares y quitarles visibilidad a las noticias. Esta fue considerada una dura embestida por los medios que, desde hace un tiempo, están comenzando a alejarse del portal. El diario Folha de São Paulo anunció el 8 de febrero que dejaría de publicar contenido en Facebook.
A su vez, más de la mitad de los medios de noticias más importantes que utilizabanInstant Articles (una herramienta de Facebook que aloja noticias de diferentes portales de manera nativa, dentro de la plataforma) empezaron a disminuir el uso de este sistema, según publicó el sitio Tow Center.
7. La polémica por los datos de los usuarios
El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) busca unificar la legislación relativa al uso y manejo de la información de los usuarios, en los países de la Unión Europa.
Por medio de esta normativa también se quiere controlar la transferencia de datos fuera de la Unión y otorgarles a los usuarios mayor control sobre sus datos personales.
Se prevé que entrará en vigor a partir del 25 de mayo de este año, y que reemplazará la Directiva de Protección de Datos 95/46/EC que data de 1995.
El GDPR tendrá un gran impacto en el modelo de negocios de las redes sociales y aplicaciones, ya que modifica de manera radical la forma en que se obtiene, archiva y utiliza la información de los usuarios.
En este sentido, se imponen grandes multas por el incumplimiento de las directivas mencionadas en la ley: los montos pueden llegar a los 20 millones de euros, o el 4% de los ingresos totales de la compañía, cualquiera que sea mayor.
El imperio del «me gusta»
Los usuarios deciden ingresar a la red social, ofrecer sus datos y sus imágenes a cambio de algunos beneficios. También entra en juego la necesidad de pertenecer a esa comunidad digital. No es la única plataforma ni entidad que avanza sobre la privacidad de la gente, pero lo cierto es que hoy la mirada está puesta sobre ellos. La compañía venía avanzando a pasos agigantados y logró convertirse en un verdadero imperio digital al que hoy se le quiere poner un límite.
Las críticas llegan de parte de usuarios, medios, empresas, gurúes tecnológicos y gobiernos. También hay críticas desde el arte. En series como Black Mirror se ha hecho referencia al poder adictivo de las redes sociales y hasta se planteó un futuro apocalíptico donde la gente dependería de un sistema de «rating online» basado en la aprobación de los usuarios en una popular plataforma.
La película El Círculo -protagonizada por Tom Hanks y Emma Watson-, que está basada en la novela homónima de Dave Eggers, muestra los secretos de una red social súper poderosa donde los usuarios tienen sus perfiles, datos bancarios y direcciones de mails. Toda la información se concentra en un mismo sitio.
No existe la privacidad: los ciudadanos de todo el mundo están bajo la vigilancia de este Gran Hermano digital que promete ser una herramienta para favorecer la transparencia y la democracia. Si todos sabemos todo de todo el mundo y en tiempo real, estaremos más seguros. Esa es la premisa de ese sitio de ficción que parece tener muchos puntos en común con la realidad.
El film busca mostrar el impacto que puede tener en una sociedad cederle el control, con mayor o menor conciencia, a una sola entidad. ¿Una visión exagerada o un llamado de alerta a tiempo? ¿Será este el comienzo del cuestionamiento a otros sitios y espacios todopoderosos?
Fuente: Infobae