La Selección no perdía desde su debut en Qatar 2022.
En la doble fecha anterior Uruguay ya había demostrado algunas cosas interesantes. El recambio generacional, con un par de jugadores de gran nivel por linea, cayó en manos de Marcelo Bielsa, y eso es una buena noticia para los uruguayos: 2-2 en Colombia, 2-0 a Brasil en Montevideo. Y con ese envión llegó a Buenos Aires.
Uruguay no vino a ser la sombra ni mucho menos del equipo de Lionel Scaloni. Es más, durante casi todo el partido se jugó a lo que propuso el equipo del “Loco”. Cinco o seis defensores, y salidas rápidas con Nicolás de la Cruz, Darwin Núñez y Facundo Pellistri. Eso fue un problema sin solución para la Scaloneta que nunca pudo perforar el muro celeste que custodió muy bien a su arquero Sergio Rochet, espectador de lujo. Nunca bajó la intensidad de la “celeste”, ni siquiera con los cambios. Valverde y Ugarte fueron demasiado para Mac Allister, Fernández y De Paul, que estuvieron en un nivel desconocido, algo que Scaloni intentó resolver con los ingresos de Exequiel Palacios, Giovani Lo Celso y Marcos Acuña. Pero no hubo caso.
El bajo nivel individual explica la derrota de Argentina
Uruguay ya había marcado la diferencia en base a una fórmula sencilla: repliegue, presión y salida rápida.
Ya antes de los 10’ el equipo de Bielsa había avisado con una corrida de Núñez que le ganó fácil a Otamendi, pero definió mal. Más tarde, cuando el partido se moría llegó el deja vú. Mismos protagonistas, diferente resultado: a los 87’ el delantero de Liverpool corrió desde la mitad, inalcanzable para Otamendi y definió entre las piernas de “Dibu” Martínez. Ese fue el 2-0 que liquidó el pleito, pero en el medio hubo un partido en el que siempre fue mejor Uruguay.
Cuándo juega Argentina vs. Brasil, por la sexta fecha de las eliminatorias
Bielsa defendió bien, pero no muy cerca de Rochet, y eso fue importante. La imprecisión de los volantes argentinos llevó a que Messi varias veces intente armar jugadas personales, pero siempre había dos o tres uruguayos para interrumpir su avanzada.
Tan flojo fue el partido de Argentina que casi no tuvo opciones de gol. Un disparo desde afuera del área de Messi a los 13’, un tiro libre del “10” en el segundo tiempo que pegó en el travesaño, una media vuelta de Julián Álvarez que salió desviada y un cabezazo de Lautaro Martínez que desactivó Rochet. Muy poco para lo que acostumbra a generar el equipo de Scaloni.
Álvarez y Nicolás González fueron anulados por la defensa encabezada por Ronald Araújo y Mathías Olivera, con el ingreso de Di María en el complemento tampoco pudo desnivelar. Más allá del toque de Bielsa, la garra charrúa sigue siendo la marca registrada de Uruguay.
La presión fue clave en la noche de La Bombonera. Matías Viña incomodó a Nahuel Molina que no se decidió a despejarla desde el fondo y la perdió. El uruguayo tiró un centro raso que atravesó el área chica y encontró a Araújo por el segundo palo que definió cruzado. Inatajable para “Dibu” y el 1-0 merecido para el visitante. Martínez llevaba 752 minutos sin recibir goles. Además Argentina acumulaba 41 partidos consecutivos sin conceder el primer gol de un partido (la última vez que estuvo 0-1 había sido ante Paraguay en La Bombonera justamente). Por eso, con más de un tiempo por delante, se esperaba una respuesta desde el banco.
Para el complemento Scaloni sacó a Mac Allister y mandó a la cancha a “Toro” Martínez; dos delanteros para que ver si se abrían los espacios.
La “celeste” nunca se salió del libreto; el equipo estuvo aplicado y hasta último minuto cumplió lo que pidió el DT. “El partido lo ganamos legítimamente. Son equipos muy parejos”, dijo Bielsa en conferencia con la satisfacción de haber vencido en fila a Brasil y Argentina, quizás las mejores selecciones del continente.
Argentina perdió después de 25 partidos por Eliminatorias (2-0 ante Bolivia en 2017) y fue superada en todas las líneas y ahora deberá pensar en Brasil. ¿Lo bueno? Sigue siendo el líder.