El ex CEO de Torneos y Competencias, que prendió el ventilador en el Fifagate, ahora ensució al capitán de la Selección, al que acusó de haber recibido plata para jugar amistosos. No obstante, no implica que haya sido en forma ilegal. Alejandro Burzaco declaró este jueves que Lionel Messi y otros futbolistas del seleccionado argentino «recibieron 200 mil dólares» de parte de esa empresa «para jugar algunos partidos amistosos», durante la serie de testimonios que está emitiendo en Nueva York como testigo en contra de los dirigentes involucrados en el Fifagate.
«Sí, a él y a otros jugadores. El pago fue de 200.000 dólares para asegurarnos que ellos jugaran», testimonió el empresario ante la consulta del abogado del ex presidente de la Conmebol, el paraguayo Juan Angel Napout, John Pappalardo, sobre un posible pago al rosarino y a parte del plantel del seleccionado argentino de parte de Torneos para asegurar sus presencias en partidos amistosos.
Sin embargo, y pese a que nada indica que esos montos hayan sido percibidos ilícitamente por los jugadores del conjunto nacional, el abogado no repreguntó sobre el tema.
A su vez Burzaco aportó nuevos datos durante la segunda jornada de declaraciones que lleva adelante para verse beneficiado judicialmente, al tiempo que calificó como «el mejor del mundo» a Messi cuando le preguntaron quién era el futbolista de Barcelona.
Además de Napout, el Fifagate involucra a José María Marin, ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, y Manuel Burga, ex titular de la Federación Peruana (FPF), quienes oportunamente se declararon «inocentes» de los cargos que se les imputan.
Precisamente hoy una jueza estadounidense decidió restringir la libertad condicional de la que goza Burga, porque según la fiscalía de Nueva York el peruano hizo gestos como si quisiera decapitar a Burzaco, en el transcurso de las acusaciones vertidas este miércoles por el argentino que involucraban al ex titular de la FPF por una presunta percepción de sobornos por 3.700.000 de dólares.
La fiscal estadounidense Kristin Mace pidió a la jueza Pamela Chen, a cargo de este juicio que transcurre en la corte federal de Brooklyn, que ponga a Burga en prisión porque en dos oportunidades (ya que además del miércoles también lo habría sugerido el día anterior) se pasó la mano en línea recta por la garganta como si quisiera decapitarlo.
En defensa de Burga, su abogado, también estadounidense, Bruce Udolf, aseguró que esos gestos del dirigente peruano se debieron a que se «tuvo que rascar porque tiene una irritación y la piel seca en derredor de la garganta».