La dirigente permanece alojada en el penal de Alto Comedero desde octubre, cuando el juez le revocó la prisión domiciliaria.

El esposo de la dirigente, Raúl Noro, dijo: «Estamos esperando tener todos los resultados, pero los médicos ya nos anticiparon que está sufriendo una gastritis aguda, colon irritable, escoliosis cervical, severa contractura de hombros y una nube en el cristalino de los ojos».

De acuerdo con un comunicado de prensa, Noro aseguró también que Sala presenta «además otras problemáticas que se profundizan por el cuadro de estrés y depresión». Señaló también que quedaron pendientes otros estudios y que están esperando el resultado de una biopsia del colon y de un Papanicolao, entre otros resultados.

El último martes 31, Milagro Sala había sido trasladada a la clínica «Los Lapachos», en la capital jujeña, para realizarse «estudios médicos», medida que respondía a «varios reclamos de la defensa de la dirigente, tal como lo autoriza la Ley de Ejecución Penal 24.660», según comunicaron desde la organización Tupac Amaru.

Sala permanece alojada en el penal de Alto Comedero desde mediados de octubre, cuando el juez Pablo Pullen Llermanos decidió revocarle el cumplimiento de la prisión preventiva en su domicilio de El Carmen, que había solicitado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por «incumplir» las condiciones de detención impuestas por la justicia.

Ese incumplimiento se vinculó justamente a que la dirigente se negó a ser trasladada a un hospital de la capital provincial para realizarse los estudios médicos, aduciendo que ya había solicitado su realización en la clínica privada, pedido que el letrado ratificó esta semana que, al momento, no había sido notificado a ese tribunal por la defensa.

Sala está detenida desde enero de 2016 por causas en las que se la acusa de asociación ilícita, fraude y extorsión, entre otros delitos.