Ahora la grieta en el Gobierno es por el conurbano


22 octubre, 2022


En medio del ajuste del Presupuesto, el kirchnerismo presiona a Massa y Alberto Fernández para contener la crisis social. Temor por lo que pueda pasar en el conurbano a fin de año.

El Gobierno insistió en mostrar sus números positivos de la macroeconomía como el crecimiento de la producción industrial, la inversión pública y privada, y el empleo formal. Pero son cifras que, según denuncian intendentes del PJ del conurbano, «no derraman en las clases media y baja, afectadas por la escalada inflacionaria».

Los intendentes del PJ piden al Gobierno que «haga algo por los bajos salarios»

Axel Kicillof otorgó un aumento salarial a empleados públicos de la Provincia (Foto: NA).

Axel Kicillof otorgó un aumento salarial a empleados públicos de la Provincia (Foto: NA).

«En la reunión con Máximo y Kicillof el miércoles en La Plata hablamos de todo. Los intendentes pedimos que el gobierno mejore los salarios de los trabajadores que no llegan a fin de mes, pero defendemos la política de paritarias», dijo un viejo intendente del PJ a A24.com que participó de las conversaciones.

Aseguró que por ahora los intendentes tienen controlada la cuestión social en los barrios más pobres y que no temen a un estallido inminente, pero reclaman políticas urgentes del gobierno nacional y de la provincia para «frenar los aumentos de precios».

Los intendentes dicen que «hay inversión en obras públicas y crecimiento de la inversión privada en industrias y del empleo formal». Pero insisten en que «el problema es que los salarios registrados no alcanzan a cubrir la canasta básica por los aumentos constantes de precios que aplican las empresas de alimentos».

«El Estado les pagó los salarios en la pandemia y ellos aumentaron los precios. Ahora, hacen lo mismo, aumentan los salarios por las paritarias un 10 % y a los dos meses remarcan los precios un 10%, son ellos los que se comen los salarios«, graficó uno de los históricos intendentes del conurbano.

El reclamo coincide con el formulado por Cristina Kirchner hace dos semanas al difundirse el índice de indigencia del 8%: que el gobierno meta más presión a esos empresarios a los que justamente, elogió Alberto Fernández en el coloquio de IDEA, donde el presidente lanzó un llamativo dardo político contra «la corrupción en la obra pública», un discurso que provocó la ira de la vicepresidenta que todavía enfrenta la causa de Vialidad.

Se profundiza la interna en el Frente de Todos después del Día de la (des)Lealtad

Máximo Kirchner apuntó contra Luis

Máximo Kirchner apuntó contra Luis «Toto» Caputo por el atentado a Cristina Kirchner (Foto: Télam)

La Cámpora reunió el miércoles a Máximo Kirchner con el gobernador Axel Kicillof, intendentes del PJ bonaerense y ministros albertistas para analizar la crisis en los barrios y cómo contenerla. Pero también para empezar a negociar la estrategia electoral del Frente de Todos de cara al 2023.

En paralelo, tras la pelea pública de Máximo Kirchner, que en la marcha a Plaza de Mayo por el Día de la Lealtad trató de traidores a los «gordos» de la CGT que ese día armaron su propio espacio político para dar la pelea interna en las PASO, los sindicalistas ortodoxos se reunieron este miércoles con los dirigentes del movimiento Evita y Barrios de Pie, donde acordaron unir fuerzas para competir con La Cámpora de cara a la definición de candidaturas para 2023.

Aunque nadie lo dice abiertamente, ese espacio podría apoyar una eventual candidatura presidencial de Alberto Fernández o de Sergio Massa si logran recuperar la economía, en 2023.

De esa manera, esta semana se empezó a materializar la advertencia que habían lanzado el 17 de noviembre del año pasado, Alberto Fernández y el Movimiento Evita en el acto en Plaza de Mayo por el día de la militancia peronista: dar pelea en las PASO por todas las candidaturas, desde concejal a presidente, en el Frente de Todos en 2023.

La respuesta de La Cámpora no se hizo esperar y el viernes lanzó otro dardo irónico, advirtiendo que están dispuestos a dar la pelea con ellos y «con Macri también».

«Compañerxs hagámonos cargo de los problemas que sufre la Argentina, que lamentablemente no son pocos. No era que Clarín miente?», replicó el Movimiento Evita a La Cámpora en Twitter.

El 5 de noviembre será el acto por el congreso del PJ bonaerense, que se había suspendido el sábado 3 de septiembre en Merlo, por el atentado contra la vicepresidenta.

Esta vez será en un estadio de Mar del Plata, pero nadie se anima a confirmar aun si Cristina Kirchner será, como estaba previsto en aquella oportunidad, la oradora central.

Mientras el kirchnerismo insiste en suspender las PASO y digitar los nombres de una eventual lista única de candidatos del Frente de Todos, el albertismo tardío, y los gremios y movimientos sociales «no k», buscan consolidar un espacio político propio para pelear lugares en las listas en todos los municipios y provincias del país, e incluso, llevar fórmula presidencial propia si no llegan a un acuerdo consensuado.

«A CFK no hay que presionarla para que sea candidata, hay que darle apoyo humano después de lo que pasó con el atentado, y nadie habla por ella», dicen en el PJ sobre las declaraciones de Larroque y el reclamo de renegociación del acuerdo con el FMI de la que aclaran, «nadie en el gobierno está conforme, pero es lo que se pudo hacer».

Poco a poco la vicepresidenta volvió a mostrarse en reuniones públicas -con el expresidente de Ecuador, Rafael Correa primero-, después con embajadores de la UE y luego habló a través de la presentación de sus abogados en la causa que investiga el atentado en su contra. Pero siguió en silencio respecto de la interna con la Casa Rosada.

En el kirchnerismo duro hay expectativas de que la vicepresidenta reaparezca en público el próximo 14 de noviembre, con un acto por el día de la militancia peronista que podría transformarse en una nueva fecha en la que choquen los planetas del mundo FdT, si el presidente y la vice continúan sin hablar.

Al menos eso advirtió Pablo Moyano, el sindicalista elegido por el kirchnerismo duro para encabezar la pelea por la recomposición salarial y que esta semana terminó enfrentado con la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, que apoyada por la Casa Rosada buscó poner límites a los reclamos de aumentos que no generen más inflación (Camioneros reclama un 130% de aumento). La pelea que continuará el próximo miércoles bajo la amenaza de paro de Camioneros y riesgos de desabastecimiento.

Fuenta:  A24

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