SALUD
Hidratarse consiste en reponer los líquidos corporales que perdemos a través del sudor, al exhalar aire y al eliminar residuos. Es una actividad capital, que no debemos dejar de lado, más allá de si sentimos sed o no.
Muchos de los alimentos que comemos están compuestos principalmente de agua. Los alimentos con alto contenido en agua son las verduras de hoja y la mayoría de las frutas y hortalizas.
En cuanto a los líquidos, las mejores fuentes de hidratación son el agua y las bebidas cuya composición principal sea el agua (bebidas para deportistas, tés de hierbas, agua de limón y caldo de verduras). A priori, no resultan tan positivas las bebidas con cafeína, porque, aunque no nos deshidratan, suelen favorecer el aumento de orina y no deben ser la principal fuente de líquidos no alimenticios que consumamos durante el día.
No hay unanimidad en la cantidad de agua diaria. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) publicó en 2010 los valores dietéticos de referencia para la ingesta de hidratos de carbono, fibra alimentaria, grasas, azúcares y agua. Una de las conclusiones a las que ha llegado es que para el agua, una ingesta diaria de 2 litros se considera suficiente en las mujeres, y 2,5 litros en el caso de los hombres.
¿Existe alguna bebida más hidratante que el agua?
Sí, existen otras alternativas para hidratarse. Al menos, eso apunta un popular estudio de la Universidad St. Andrews de Escocia, publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition.
“Este estudio investigó los efectos de 13 bebidas diferentes de consumo común sobre la producción de orina y el equilibrio de líquidos cuando se ingieren en un estado euhidratado, con miras a establecer un índice de hidratación de bebida (BHI), es decir, el volumen de orina producido después de beber expresado relativo a un tratamiento estándar (agua sin gas) para cada bebida”, escriben los autores en su trabajo.
En sus conclusiones, los investigadores señalan que, además del agua, existen bebidas con un poco de azúcar, grasa o proteína que pueden llegar a mantenernos hidratados por más tiempo. Para establecer esta relación, se evaluaron dos cuestiones: el volumen consumido la bebida y su composición nutricional.
La razón tiene que ver con la forma en que nuestros cuerpos responden a las bebidas, asegura Ronald Maughan, profesor de la Escuela de Medicina de St. Andrews y autor del estudio. Y esto depende de dos factores: del volumen y de la composición nutricional de la misma bebida.
El equipo hizo esta prueba con algunas bebidas comunes y observó cómo afectaban a la hidratación. De acuerdo con sus hallazgos, se clasificaron de más hidratante, en un período de cuatro horas a menos y quedaron en este orden: leche desnatada, soluciones de rehidratación oral, leche entera, zumo de naranja, cola, cola dietética, té frío, té, bebidas deportivas, agua natural, agua con gas, cerveza y café.
