Tras una semana de negociaciones, Nicolás Russo y Rodolfo D’Onofrio habían llegado a un acuerdo y tanto Lanús como River se mostraron dispuestos a recibir visitantes para los duelos correspondientes a la semifinal de la Copa Libertadores.
El Millonario le iba a otorgar diez mil entradas al Granate para la ida (martes 24 de octubre en el Monumental), mientras que los del sur del Gran Buenos Aires venderían doce mil populares (martes 31 de octubre, en La Fortaleza).
Sin embargo, la APREVIDE (Agencia de Prevención de Violencia en Espectáculos Deportivos de la Provincia de Buenos Aires), cuyo titular es Juan Manuel Lugones, determinó que la parcialidad de River no podrá asistir a la cancha de Lanús. De este modo se cayó automáticamente el acuerdo entre ambos equipos, debido a que los presidentes habían pactado una reciprocidad.
Vale remarcar que San Lorenzo, para el partido de vuelta de los cuartos de final de la Libertadores, sí fue autorizado a concurrir al Estadio Ciudad de Lanús Néstor Díaz Pérez (alrededor de 10 mil fanáticos del cuervo dijeron presente).