Huracán goleó al Millonario
Con la mente puesta en la revancha con Vélez por la Copa Libertadores y con una formación alternativa, River visitó a Huracán en Parque Patricios para tratar de estirar su racha positiva en el campeonato. Un pobre nivel en lo individual y colectivo lo privó de esa posibilidad y terminó perdiendo 3-2.
Cuando a los 2 minutos Agustín Palavecino probó desde afuera a Lucas Chaves y su disparo se fue apenas desviado, todo parecía indicar que el Millonario asumiría el protagonismo de las acciones, pero la realidad estuvo muy lejos de esa sensación inicial.
Un convencido Globo levantó con el correr del primer tiempo a partir de positivas intervenciones de Benjamín Garré y fue, poco a poco, acercándose al arco visitante.
Sin embargo, el quiebre del partido llegó antes de la media hora, cuando Jonatan Maidana fue expulsado por Fernando Rapallini a instancias del VAR, por una agresión sobre Matías Cóccaro. Si hasta ese momento los de Núñez ya no tenían una buena noche, desde entonces fueron una sombra.
Envalentonados por la ventaja numérica, los dueños de casa aceleraron y antes del descanso se pusieron arriba en el marcador. Un centro pasado fue rechazado a medias por Franco Armani, la pelota volvió al área y Jonathan Galván entró a la carrera para establecer el 1-0.
En el descanso, Marcelo Gallardo intentó cambiarle la cara a su equipo con los ingresos de José Paradela y Esequiel Barco por las bandas. El envión duró algunos minutos en los que se vio lo mejor de la visita en una jornada olvidable.
Las buenas intenciones de ese tramo se esfumaron en el primer descuido defensivo que le permitió a Gabriel Gudiño quedar mano a mano y cederle el gol a Franco Cristaldo, que solo tuvo que empujarla sin oposición.
En una acción aislada de ataque, Leandro González Pírez entró por el segundo palo después de un centro de Barco y descontó de cabeza, pero él mismo cometió un penal en la jugada siguiente que terminó con las esperanzas riverplatenses. Cristaldo cruzó su disparo, marcó el tercero y se terminó la historia.
Los minutos restantes sirvieron para que los de Diego Dabove consoliden la victoria y River transite en su impotencia el camino hacia el final del encuentro. Sobre el cierre, un cabezazo de Julián Álvarez le dio cifras definitivas al trámite.
Fue otra derrota dura, de principio a fin y casi sin rebeldía. Más allá de los atenuantes, se trató de la profundización de un momento preocupante que puede terminar de consumarse el miércoles. La única buena noticia en el contexto actual es que la chance de torcer este presente con un triunfo copero también está a la vuelta de la esquina.
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