En principio, se fabricarán unas 150 mil dosis que deberán viajar a Rusia para ser aprobadas por el Instituto Gamaleya antes de poder ser distribuidas en las provincias.
Tal como estaba previsto, este lunes comenzará la producción local del componente 2 de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus que, en un principio, prevé la fabricación de 150 mil dosis que luego quedarán a la espera del aval del Instituto Gamaleya de Rusia para ser distribuidas en las provincias.
Esto le permitirá al Gobierno avanzar con el esquema de vacunación de aquellas personas que ya recibieron la primera aplicación y se encuentran desde hace varios meses a la espera de la segunda. De hecho, este fin de semana había un total de 6.168.340 de personas que se encontraban en esta situación.
De esta cifra, 885.822 tenían el plazo vencido para recibir el segundo componente de Sputnik V, que es distinto del primero y se necesita para completar la inmunización contra el COVID-19.
La falta de segundas dosis en el país es uno de los principales problemas que enfrenta el Gobierno hoy en su estrategia contra la pandemia, e incluso motivó a las autoridades nacionales a convocar a grupos de investigación para estudiar la posibilidad de combinar vacunas de distintos laboratorios.
El objetivo será analizar la seguridad y el nivel de inmunización que podría otorgar el uso de distintas dosis de las vacunas que se aplican en la Argentina, debido a la preocupación que genera la variante Delta y la consecuente necesidad de acelerar las segundas aplicaciones.
En la ciudad de Buenos Aires, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, adelantó que se va a convocar a voluntarios para estudiar la efectividad de completar los esquemas de inoculación contra el COVID-19 intercambiando dosis de Sputnik V, AstraZeneca y Sinopharm.
En este complejo escenario, el presidente del Laboratorios Richmond, Marcelo Figueiras, trajo tranquilidad cuando anunció que este lunes se comenzaría a producir en la Argentina el componente 2 de la Sputnik V.
“El componente activo que se utiliza para la producción de vacunas tiene que llegar desde Rusia, desde el Instituto Gamaleya. Tenemos previsto el arribo de otros 560 litros que nos prometieron que van a permitir producir casi un millón de dosis. Esperamos que sea a continuación de este y no se intercale con otro porque nosotros no podemos parar, tenemos que seguir con la cadena productiva”, había explicado Figueiras en diálogo con Gustavo Sylvestre en radio 10.
Richmond ya produjo en su planta de Buenos Aires y entregó al operador logístico (Andreani) 450 mil dosis del componente 1 de la vacuna Sputnik V. Una pequeña muestra del lote viajó a Rusia para obtener el aval final del laboratorio Gamaleya. Una vez que termine ese trámite, se requerirá habilitación a la Administración Nacional de Medicamentos (ANMAT) para que el Gobierno inicie su distribución por todo el país.
“Gamaleya hace los últimos análisis y ahí hay un cuello de botella. Es un instituto impresionante, que está con mucha demanda, y tienen que dar de alta el lote para poder ser comercializado. Eso puede pasar de un momento a otro. Nosotros hicimos nuestras pruebas y nos dio todo perfecto”, explicó el empresario.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, reconoció públicamente que a medida que pasa el tiempo desde la primera inyección bajan los anticuerpos. Además, existe un consenso generalizado entre los especialistas que la segunda dosis es trascendental para enfrentar las nuevas variantes del virus.
¿Una tercera dosis?
Consultado sobre la posibilidad de que en un futuro se requiera aplicar una tercera dosis para evitar la propagación de las nuevas variantes -entre ellas Delta, que genera fuerte preocupación en todo el mundo-, Figueiras explicó: “Yo no soy médico y soy muy respetuoso de las opiniones; se está hablando mucho de la tercera dosis como refuerzo”.
“Con este tema de las variantes, los países centrales deben ser generosos con la distribución de vacunas. Si los países centrales vacunan porque producen y no son generosos con el resto del mundo, aparecen estas variantes que las invaden a ellos mismos y para la economía; hay que ser muy inteligentes con este tema”, planteó.
También es incierto qué sucederá el año que viene. En el mejor de los casos, cuando se decrete el final de la pandemia y el coronavirus pase a ser calificado como epidemia o como una crisis sanitaria tradicional, lo más probable es que haya que vacunar a la población todos los años, proyectó.
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Con información de Infobae