Falleció por complicaciones de un cuadro de covid. Una tragedia personal y política. Era el dirigente socialista mas valorado y con chances de volver a la gobernación.
El ex gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, falleció este domingo luego de contraer coronavirus a los 65 años de edad. Ingeniero de profesión y militante de la agrupación de Alfredo Palacios desde joven, fue dos veces intendente de Rosario (2003 a 2011) y en 2015 asumió el tercer gobierno del Frente Progresista en Santa Fe.
El socialista venía dándole pelea al coronavirus desde que fue diagnosticado el 11 de abril pero 13 días después su cuadro empeoró debido a una infección intrahospitalaria y tuvo que ser trasladado a cuidados intensivos con asistencia respiratoria mecánica. Luego de varias jornadas de desmejora clínica con signos de inestabilidad, falleció.
Su temprana muerte abre enormes interrogantes en la política provincial ya que además de ser el presidente de la Cámara de Diputados santafesina, era el líder indiscutido del partido socialista y principal referente de la oposición, con una imagen positiva que superaba los 60 puntos y se proyectaba a la pelea por la gobernación en 2023.
«Su temprana muerte abre enormes interrogantes en la política provincial ya que era el líder indiscutido del partido socialista y principal referente de la oposición con grandes chances de volver al gobierno en 2023»
Sin su figura, el Frente Progresista tendrá serias dificultades para contener al radicalismo en sus filas para sostener la tercera posición por afuera de la polarización entre el peronismo y Cambiemos. Mientras tanto, el socialismo deberá encarar, por primera vez en décadas, un escenario político sin un líder indiscutido y un elector con el caudal de votos que Lifschitz prometía.
Lifschitz en la Cámara de Diputados santafesina, donde ocupaba la presidencia
De hecho, el socialista era el candidato que prometía amalgamar en un par de años, un gran frente conteniendo al radicalismo, el PS y Juntos por el Cambio para disputarle la gobernación al peronismo. En eso andaba y según pudo saber LPO, semanas antes de contagiarse, se reunió con varios dirigentes del macrismo a quien les prometió que luego de las elecciones intermedias de este año, iban a buscar puntos de encuentro.
Ahora, el destino del Frente Progresista dependerá del intendente de Rosario, Pablo Javkin, la figura más importante de la coalición y del alcalde de Santa Fe, Emilio Jatón. Ambos, gobiernan los dos bastiones que logró mantener el progresismo en la provincia.
Las condolencias a familiares y amigos, fueron expresadas en Twitter por las altas esferas de la dirigencia nacional. Desde el presidente Alberto Fernández, desde Portugal, la vicepresidenta Cristina Krchner y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, entre otros. Desde el gobierno provincial, se decretó dos días de duelo y se suspendieron actividades protocolares
Es que Lifschitz fue un obrero de la política y no le fue fácil escalar hasta la cumbre del partido. Con una impronta pragmática, novedosa para una fuerza política tan ideologizada como el socialista, supo abrirse camino entre sus detractores y ganarse el respeto de la militancia.
Pero los triunfo que cosechó el ingeniero requirieron trabajo denodado, desde que ganó por primera vez como intendente de Rosario en 2003 por tan solo un punto y centésimas contra la poderosa ley de lemas que le garantizó más de una victoria al peronismo, hasta el 2011 que lo ubicó en la Casa Gris con el traje de tercer gobernador socialista de Santa Fe, en una elección que ganó por poco más de 1.700 votos al candidato del PRO, Miguel del Sel.
Son incontables las veces que Lifschitz recorrió la provincia de punta a punta desde que dejó la Municipalidad de Rosario en 2011. De hecho, pocos meses después de haber asumido la presidencia de la Cámara de Diputados de Santa Fe, retomó las giras que dejaban exhausto hasta el más joven de sus colaboradores.
LPO