Tras el accidente en un centro de enriquecimiento de uranio, el canciller iraní dijo que los esadounidenses “no conseguirán ninguna ventaja” en las negociaciones con dichos métodos.
”No tenemos ningún problema en volver a nuestros compromisos, pero los estadounidenses tienen que saber que ni las sanciones, ni los actos de sabotaje, les darán un instrumento de negociación y que esas acciones solo complicarán más la situación para ellos”, anticipó el ministro Mohamad Javad Zarif, quien formuló estas declaraciones en presencia de su homólogo ruso Serguéi Lavrov, de visita en su país.
Desde Teherán acusaron a Israel por lo ocurrido en la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz -en el centro de Irán- y prometieron “venganza”, en momentos donde se negocia en Viena para intentar salvar el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, firmado en la capital austríaca, en 2015.
”Pensaron que lo que hicieron en Natanz sería en desventaja de Irán… Les aseguro que en un futuro cercano Natanz va a pasar a centrifugadoras más perfeccionadas. Los israelíes hicieron una muy mala apuesta”, advirtió Zarif e insistió: ”Si pensaban que podían frenar los esfuerzos de Irán para que se levanten las sanciones contra el pueblo iraní, hicieron una muy mala apuesta”.
Fue en esta misma planta del complejo nuclear de Natanz, uno de los centros neurálgicos del programa atómico de la República Islámica, donde Irán comenzó a probar el sábado nuevos conjuntos interconectados de centrifugadoras. Estas máquinas ofrecen la posibilidad de enriquecer uranio más rápidamente, en cantidades y grado de refinamiento prohibidos por el acuerdo de 2015.