Anoche, la Cámara de Senadores sancionó la iniciativa que prevé que los animales sean considerados como seres sintientes.
Anoche, la Cámara de Senadores sancionó la ley que prohibe la exposición de animales de compañía para la venta en vidrieras.
La norma obliga a los comerciantes a tenerlos en condiciones acordes a su especie y a instruir a los compradores sobre los cuidados que requieren.
Mediante esta ley se busca modificar la concepción sobre los animales: dejar de considerarlos como objetos de consumo para empezar a percibirlos como seres sintientes, que requieren el cuidado responsable de quienes los compran.
La normativa prevé sanciones, como decomiso, multas, clausura y suspensión de licencias o permisos, para quienes la incumplan. En algunos casos está contemplado el arresto.
La iniciativa del diputado mandato cumplido Arturo Borelli había sido aprobada por la Cámara Baja en noviembre de 2019. Ahora se espera la promulgación por parte del Ejecutivo y, luego, que sea efectivamente implementada con las reglamentaciones necesarias.
Borelli manifestó que esta ley tiene, sobre todo, un fin educativo, ya que busca cambiar la perspectiva sobre el trato que se les da a los animales: “La persona que adquiere un animal asume una responsabilidad”.
Segovia mencionó que una carta de los derechos de los animales aprobada en el seno de la Organización de las Naciones Unidas marca un pronunciamiento político a los países para que la legislación empiece a considerar a los animales como sujetos de derechos, no como cosas.
Expresó que el hecho de que no haya más vidrieras vivas y de que las especies estén en lugares acordes a sus requerimientos implica “un cambio de paradigma”.
Cuando la norma entre en vigor, los comerciantes tendrán un año para modificar sus negocios. Deberán facilitar un instructivo al comprador con los cuidados para el animal que adquiere.
Borelli lamentó que en la actualidad se produce un gran sufrimiento a los animales por las condiciones en que están en los negocios y advirtió que eso lleva a que haya una compra “compulsiva y compasiva”.
Comentó que el bienestar animal puede ser un negocio rentable, por todos los insumos que implica el cuidado responsable de un animal de compañía.
El exlegislador consideró que la sanción de esta ley es una oportunidad para que la Provincia haga una política integral sobre los animales, un tema que fue central en la gestión como intendente del actual gobernador, Gustavo Sáenz.
El asesor legislativo de Borelli y especialista en Derecho Ambiental, Luis Segovia, valoró la sanción de esta ley y aseguró que va a ser muy beneficiosa.
“Esta normativa ingresa en una reforma integral del sistema jurídico para otorgar una jerarquía a la protección de los animales con una visión nueva: instamos a que se los trate como seres sintientes”, evaluó.
El letrado consideró que “esta manera de enfocarse en las políticas públicas da una progresión de los derechos humanos”.
“A medida que protegemos la naturaleza y los animales, mejoramos la calidad de vida de los seres humanos”, manifestó.
Los animales todavía son “cosas”
De acuerdo con el Código Civil y Comercial de la Nación -incluso con la última reforma, de 2015-, los animales son considerados como objetos.
Las leyes de protección animal contra el maltrato y la crueldad son muy antiguas: la primera es de 1890 y la actual, de 1954.
Si bien el Código Civil argentino considera a los animales como cosas, un fallo judicial los reconoció como sujetos de derechos. Se trata del caso de la orangutana Sandra, que vivía en el Ecoparque de la ciudad de Buenos Aires y en noviembre de 2019 fue trasladada al Centro para Grandes Simios (CGA, en inglés) en Florida, Estados Unidos.
Segovia mencionó que una carta de los derechos de los animales aprobada en el seno de la Organización de las Naciones Unidas marca un pronunciamiento político a los países para que la legislación empiece a considerarlos como sujetos de derechos, no como cosas.
Este cambio debería darse en el ámbito del Estado nacional.
Fuente: EL TRIBUNO