El exceso de azúcar en tu piel disminuye tu nivel de colágeno y produce una reacción conocida como glicación que, como te puedes imaginar, no beneficia para nada a tu piel.
Para nadie es un secreto que todo en exceso hace daño para la salud y, en este caso, hablaremos particularmente de cuáles son las formas en las que el azúcar podría dañar tu salud.
Para cuidarnos por fuera, tenemos que empezar por cuidarnos por dentro. Todos los hábitos que tenemos repercuten directamente en el aspecto de nuestra piel, desde lo que comemos, hasta el tabaquismo, el deporte, el sedentarismo… Nuestro rostro es un fiel reflejo de la vida que llevamos y, si estamos dispuestas a cuidarlo, tenemos que empezar por revisar lo que comemos.
El consumo excesivo de azúcar, por ejemplo, no beneficia para nada nuestra salud y mucho menos a nuestra piel. Cuando nos excedemos con esto se produce en nuestro cuerpo una reacción conocida como glicación, un proceso químico que produce daño oxidativo en nuestras células, lo que provoca un envejecimiento prematuro de nuestra piel.
¿El consumo excesivo de azúcar causa arrugas?
Además de factores genéticos, la exposición solar excesiva o fumar, la alimentación es un elemento muy a tener en cuenta en tema de aparición de arrugas. La Dra. Gloria Abad, dermatóloga y miembro de Doctoralia, nos cuenta que «una dieta rica en azúcares refinados y grasas poco saludables contribuirá a la oxidación, deshidratación y envejecimiento de la piel».
Una de las moléculas más afectadas por la oxidación que produce el azúcar son las proteínas, como por ejemplo el colágeno. Encargado de mantener la elasticidad de la piel y de evitar los descolgamientos. La Dr. Susanne von Schmiedeberg, nos explica exactamente cómo ocurre, «las moléculas de azúcar y glucosa son extremadamente reactivas, se adhieren a las fibras de colágeno. Estas se unen y se vuelven rígidas e inelásticas, creando arrugas en la piel. Lo peor de todo es que este proceso ocurre cada segundo, cada día, los 365 días del año».
Los efectos que vemos reflejados en nuestra piel a medio o largo plazo son un engrosamiento y oscurecimiento de la piel, hinchazón o edema (retención de líquidos) con empeoramiento de las ojeras, deshidratación y formación prematura de arrugas. La Dr. von Schmiedeberg nos cuenta además que, «al mismo tiempo, los propios mecanismos de defensa contra el envejecimiento de nuestro cuerpo disminuyen a partir de los 25 años. Nuestro nivel de L-Carnosina, por ejemplo, se reduce a un 70% a los 30 años. La sacarificación, y por ende el envejecimiento de la piel y la aparición de arrugas, avanza sin que la nada la detenga».
¿Se pueden combatir las arrugas causadas por el consumo excesivo de azúcar?
Reparar el daño oxidativo que ha causado el exceso de azúcar es posible, pero hay que cambiar nuestros hábitos. La Dr. Gloria Abad nos explica que «es necesario beber mucho líquido, hacer ejercicio aeróbico adecuado a la edad y situación personal, dormir un mínimo de 7 horas diarias, evitar exponerse al sol en horarios de 12 a 16 horas y aplicar protección solar al realizar deporte al aire libre».
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Además de utilizar los productos cosméticos adecuados para ello, que sean muy hidratantes y poner especial atención en la limpieza facial durante nuestra rutina de belleza. Un ingrediente que no puede faltar en nuestra cosmética de recuperación por el daño oxidativo es la L-Carnosina. La Dr. von Schmiedeberg explica que, «la L-Carnosina es perfectamente capaz de interceptar las moléculas de azúcar antes de que se adhieran a las fibras de colágeno a través de un punto de unión. Sin embargo, debemos tener en cuenta que las moléculas de azúcar se unen firmemente al poco tiempo y ya no pueden separarse de las fibras de colágeno».
Gracias a recientes estudios, ahora sabemos que la L-Carnosina puede incluso llegar a interceptar aquellas moléculas de azúcar que todavía están unidas débilmente a las fibras de colágeno. Para que os lo podáis imaginar, la L-Carnosina es como un potente imán que atrae las moléculas de azúcar con mucha fuerza. Después, transporta esa molécula de glucosa y azúcar capturada a nuestras células para que comience el proceso de regeneración. Se regenera sin el riesgo de destruir nuestras fibras de colágeno.
Rutina de belleza para combatir el envejecimiento prematuro por consumo excesivo de azúcar
El paso más importante en tu limpieza facial debe ser la limpieza. Tanto la Dra. Gloria Abad como la Dr. Susanne von Schmiedeberg coinciden en esto. Una vez encuentres el limpiador facial que mejor va con tu tipo de piel, debes ser constante y hacerlo dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche.
Fuente: Women´s health