El apio depura, ayuda a adelgazar, cuida la salud cardiovascular, es antiinflamatorio e incluso hay quien dice que tiene un efecto afrodisíaco en los hombres.
Depurativo, digestivo, adelgazante, antiinflamatorio y puede que también afrodisíaco, el apio es un compendio de virtudes, muchas veces desconocidas, que lo convierten en uno de esos alimentos indispensables de nuestra lista de la compra. El Apium graveolens pertenece a la familia de las apiáceas o umbelíferas y su cultivo está documentado entre los siglos VII y IX en una orden emitida por Carlomagno. No obstante, se cree que su consumo era muy habitual entre egipcios, griegos y romanos e incluso Hipócrates ya recomendaba su uso como diurético en el siglo V a. C.
Tras días de excesos, el apio es un aliado esencial de cualquier alimentación que busque la limpieza del organismo porque favorece la eliminación de líquidos y desechos al depurar a través del hígado, el propio intestino y los riñones. También ayuda en las dietas de adelgazamiento por sus propiedades saciantes, que disminuyen la sensación de hambre, y por activar el metabolismo. Su bajísimo contenido en grasas y calorías, con un alto porcentaje de agua y fibra, hacen de este superalimento un aliado perfecto para adelgazar.
Otro de sus beneficios incide en la salud cardiovascular al regular la presión arterial, bajar los niveles de colesterol y ser una fuente de vitamina K, nutriente esencial para la coagulación según la Fundación Española del Corazón (FEC). Posee también cualidades antiinflamatorias y su consumo está especialmente indicado para proteger las articulaciones y los tejidos que se ven perjudicados con la artritis, por ejemplo. Asimismo, el apio favorece la digestión combatiendo la acidez, evitando el estreñimiento, estimulando la secreción de saliva y jugos gástricos, y contribuyendo a revestir el estómago para prevenir úlceras.
Hay personas que están convencidas de que la ingesta de apio aumenta la líbido, sobre todo la de los hombres; pero aunque hay cierta evidencia científica sobre ello, también hay mucho mito. Su contenido en androsterona, un metabolito de la testosterona, aumenta los niveles de esta; sin embargo, esto no se traduce en un mayor deseo sexual. No obstante, sí existen estudios científicos que avalan sus beneficios relacionados con al fertilidad por sus valores antioxidantes como la vitamina C y los fitonutrientes.
Valor nutricional del apio
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el valor nutricional del apio por 100 gramos es el siguiente:
Calorías: 16 kcal
Proteínas: 1,3 g
Grasas totales: 0,2 g
Colesterol: 0 g
Hidratos de carbono: 1,3 g
Fibra: 1,8 g
Agua: 95,4 g
Calcio: 55 mg
Sodio: 126 mg
Potasio: 341 mg
Fósforo: 32
Tipos de apio
Los tres tipos de apio más comercializados para el consumo humano en el mundo son:
–Apio de hoja. Tiene un tallo más delgado y se cultiva principalmente por sus hojas y semillas aromáticas. A su vez aglutina a variedades como el Par Cel, Safir o Flora 55.
–Apio nabo. Se cultiva principalmente por su raíz carnosa y sabrosa, que se cocina y se toma en crudo. Incluye variedades como el Brillante, Gigante de Praga, Mentor, Presidente o Diamante.
–Apio Pascal. El más apreciado por sus tallos carnosos, motivo principal por el que se extiende su cultivo. Concentra variedades como Niño de Oro, Utah alto, Conquistador o Monterrey.
Cuándo no tomar apio
El efecto emenagogo del apio, por el cual estimula el flujo sanguíneo en la pelvis y el útero, no es aconsejable para embarazadas. Por sus propiedades diuréticas tampoco conviene consumirlo con patologías renales. Asimismo, conviene tener en cuenta que los alimentos diuréticos pueden disminuir las reservas de potasio y otras sales minerales del organismo, por lo que ese aporte debe compensarse.
Cómo tomar apio
Aunque sus hojas y semillas se emplean como condimento o infusión, y su raíz cuando es carnosa se puede cocinar o acompañar en crudo a ensaladas, lo cierto es que la parte del apio más comercializada y consumida en España son sus tallos, principalmente divididos entre los verdes de sabor más refrescante y los blancos, más delicados. Ambos hay que limpiarlos antes de usarlos, saneando los extremos y lavando las pencas con agua y un cepillo para eliminar restos de tierra. Conviene saber que esta hortaliza no pierde sus propiedades al cocinarse en vapor.
Fuente: Consejossaludablestv