Una es reciente, investigan la demolición de una casa y la otra es de hace más de diez años, una denuncia por donación fraudulenta.
Hasta hace algunas semanas, se sabía poco y nada de la presencia del Opus Dei en Salta; hasta que un nuevo problema con una propiedad donada, lo puso sobre la escena pública. Esta causa se sumó a otra que desde hace más de diez años acumula varios folios judiciales. Ambas causas apuntan contra la Asociación Cultural del Norte del Opus Dei.
La causa de Francisco Noreiko lleva más de diez años. Su familia denunció como fraudulenta la donación de seis propiedades que hizo cuadripléjico antes de morir. Hasta este verano era la única causa. Pero hace algunas semanas, le tocó el turno a los Franzini. Por redes sociales denunciaron que la casa que Carlos Alberto Franzini De la Mota había donado, estaba siendo demolida y remodelada a pesar de ser «patrimonio histórico». A la par cuestionaron que no se está «cumpliendo con el cargo para el que fue donada». Si bien en este último caso no hubo más que denuncia pública, la Justicia intervino de oficio y el cuestionamiento de conservación patrimonial devino en una investigación que lleva a cabo la Unidad de Delitos Económicos Complejos a cargo de la fiscal Salinas Odorisio. La línea de investigación sería «presunta estafa».
Lo que provocó la molestia de los Franzini fue la demolición del techo de «una de las últimas casa quinta del centro de la ciudad», apostada en Caseros 1401. La remodelación, que cuenta con permisos municipales, provocó una junta de firma virtuales promovida por Carlos Alberto López de Zavalía, nieto del donante que aseguró que es un «crimen histórico».
Una vez hecho público el caso, comenzó la discusión sobre si la propiedad es patrimonio arquitectónico. La Copaups, aseguró que no está bajo ninguna categoría «ni contextual ni arquitectónica ni contextual», aunque podría estarlo. «A la Comisión nos parece que sí podría ser protegida», aseguró Iñaky Cornejo, integrante de la Copaups. Técnicos del organismo inspeccionaron la casa. «Hay muros que pertenecen al 1800, pero hay otras partes que son más nuevas, de estilo neocolonial, de 1950», precisó. La familia asegura que la propiedad fue construida en 1878.
El motivo por el cual no está catalogada como patrimonio, responde a que, al ser una propiedad privada, «no se puede intervenir de oficio». Para que una propiedad sea ingresada al listado preventivo, explicaron, los dueños deben solicitarlo.
En cambio, en la zona «Prac», que es el cuadrante de la calle San Juan al sur, hasta la estación de trenes al norte, a la avenida Sarmiento al oeste y al este limitado por la avenida Bicentenario de la Batalla de Salta, si intervienen de oficio. Dentro de este cuadrante, pueden, por ejemplo, autorizar o prohibir obras que van desde demolición hasta el color de las paredes.
Según detalló la familia Franzini , la casona es «representante de toda una época, y posee detalles arquitectónicos únicos, fachada con arcos coloniales, mayólicas españolas, techos coloniales, pisos con tablas de madera de tipa colorada en extinción de 15 cm. de ancho por 3 a 5 mts de largo, verjas de quebracho colorado labradas con hacha». El integrante de la Copaups aseguró que también se podría tener en cuenta «el contexto», es decir el frondoso y extenso jardín para considerar su valor patrimonial. «La gente que pasa por ahí ya la ubica», agregó Cornejo que por otro lado aclaró que los nuevos propietarios, la Asociación Cultural del Norte, no planea solicitar la declaración patrimonial.
Mientras, la familia pide que sea declarada «patrimonio histórico cultural». Aunque, en esto, por ya no ser propietarios, no tienen injerencia. Aunque sí, podrían recurrir a una instancia judicial por violación del cargo de donación, ya que, aseguran que en diferentes oportunidades no se cumplió con el fin, y recordaron que anteriormente la propiedad fue alquilada para un jardín de infantes de un colegio privado (para el que también se hicieron obras).
El proyecto
En cuanto a la nueva obra, desde el municipio aseguraron que para el correspondiente permiso, se informó que se realizaría una casa de retiro espiritual, y una capilla. Por lo que , indicaron, no se estaría violando el cargo, porque, «al parecer no habla de modificaciones, sino de uso, que sería restringido al uso religioso», aseveró Fernando Albarracín, coordinador de planeamiento y preservación del patrimonio arquitectónico del municipio.
El proyecto fue presentado en el 2019. «Tengo entendido que los proyectistas pusieron a consideración el proyecto a los anteriores dueños y nunca les respondieron», agregó.
Son seis propiedades bajo litigio por ser denunciadas como “donación fraudulenta”: *Una en Vaqueros – *Dos en La Caldera – *Una en Quijano – Dos en la capital: una casa en calle Alsina y un departamento en las Torres Balcarce.
En cuanto al proceso de habilitación, el funcionario explicó que el fin de la donación es «imposible de chequear», por ser un tema «de carácter privado». Por lo que, indicó, el municipio se limita a chequear si en la propiedad no rige limitación patrimonial y si el proyecto respeta el código edilicio. Cuestiones que se constatan en la cédula parcelaria y que no alcanzan a esta propiedad por «estar por fuera del área de casco céntrico, por fuera de puntos contextuales que se toman como referencia, como la plaza o la iglesia de La Viña». La última catalogación y posterior modificación del código de planeamiento fue realizada en el 2018. «Todas las catalogaciones se desarrollaron dentro del casco céntrico y las que están por fuera, son bienes de acceso público que son patrimonios o monumentos. En estos casos, es difícil detectarlo, porque depende de la cercanía», precisó.
Tanto desde el municipio como de la Copaups coincidieron en que hay una directa dependencia de la ciudadanía para poder detectar y proteger bienes patrimoniales. Desde la Copaups recordaron que quienes quieran informarse puede hacerlo gratuitamente en Zuviría 163 o comunicarse al 4213730.
Asociación Cultural
La Asociación Cultural del Norte figura como donataria en las dos causas judiciales abiertas. Su domicilio principal está en Tucumán. Aunque cuenta con otras asociaciones ligadas como la Asociación para el fomento de la cultura y casas de retiros espirituales en todo el país. En la causa de vieja data, la de Noreiko, se denuncia como representantes de la Asociación a Matías Amat Lacroix y Mariano Busaniche Iturrauspe.
Cuestionan donación por invalidez
Luego del fallecimiento de Francisco Noreiko, sus hermanas libraron demandas civiles y penales impugnando las escrituras con las que, luego de quedar cuadripléjico, donó seis propiedades mediante impresión de su dígito pulgar. La beneficiaria fue la Asociación Cultural del Norte. La familia sostiene que la Asociación pertenece al Opus Dei.
También cuestionaron el poder que Noreiko firmó a Mariano Busaniche Iturrauspe y Matías Amat Lacroix.
Según indicó Fernando Chamorro, abogado de la familia Noreiko, la denuncia penal dio unos pasos para luego quedar en punto muerto: “Los procesa el juez Diez, apelan y buscan un juez que está muy ligado a la iglesia que sobresee a todos, Adolfo Figueroa. Yo apelo y va a la Corte que revoca la mayor parte del pronunciamiento y dice que la causa vuelva y deja procesados a unos cuantos y a los otros los sobresee”.
De la causa civil, poco se sabe. Según indicó Paula Bistagnino, periodista que realizó una investigación del Opus Dei en el país, fuentes judiciales sostienen que la causa “sigue, pero está plagada de incidentes”.
“Esta historia se llevó a mi mamá y mis tías”, aseguró Verónica Noreiko, sobrina de Francisco, quien junto a sus primos continúa la demanda. El accidente de Noreiko ocurrió el 1 de octubre del 2008. Primero fue trasladado al hospital San Bernardo, el diagnóstico fue fractura de la columna vertebral por la cual quedó cuadripléjico, y traumatismo endocraneano. Según consta en la historia clínica del San Bernardo “el paciente en base a la evaluación neurológica respondía a órdenes simples”.
Al día siguiente del accidente, decidieron colocarle un chaleco de tracción ósea de dos kilos, y solicitaron la “presencia de familiares para llevar a cabo el procedimiento”. “Pero nadie nos llamó hasta el mes o dos meses de fallecido. Si pasa un accidente en cualquier familia uno espera enterarse en el momento y estar presente. Nos enteramos prácticamente de casualidad. Mi tía le avisó a mi mamá, y las dos viajaron a Salta. Se encontraron con que habían vaciado el departamento dónde el vivía, se habían llevado obras de arte. Mi tío era soltero e invertía en obras de arte de las que no quedó nada. Ahí se ponen en contacto con el abogado Chamorro y con las historias clínicas. Se dan cuenta que había algo que olía muy sucio y se dan con esa donación que fue muy extraña, porque si bien mi tío tenía pertenencia religiosa y se dedicó mucha a la iglesia, el Opus Dei nunca fue de su agrado”, relató Verónica Noreiko.
Mientras estuvo internado en el hospital San Bernardo se realizaron dos escrituras públicas. Una se trató de un poder para manejar las cuentas bancarias de Noreiko para Matías Amat Lacroix y Mariano Busaniche Iturrauspe. En la segunda donó todas sus propiedades a la Asociación Cultural del Norte. Cuadripléjico, con su dígito pulgar, Noreiko donó seis propiedades: una en Campo Quijano, una casa en Alsina al 1900, un departamento en las Torres Balcarce, otra propiedades en Vaqueros, y otras dos en La Caldera.
Luego de la intervención del halo chaleco, se continuó indicando que Noreiko obedecía a “órdenes simples”, unas horas después era un “paciente lúcido”. Según se indicó, pidió ser trasladado a un centro privado y fue llevado al Sanatorio El Parque donde llegó con desnutrición y deshidratación. Allí se indicó que mostraba “cambios de carácter” y se negaba a colaborar. Finalmente murió el 11 de noviembre en la clínica Santa Clara de Asís. A los 4 días, la Asociación inició el sucesorio.
Fuente: El Tribuno