Tres diferencias básicas en las reacciones de las personas optimistas y las personas pesimistas.
La primera diferencia es que el optimistas mira un evento desafortunado como una llamada de ventas fallida o una orden de venta que se cae como un evento temporal, algo que es limitado en el tiempo y que no tiene un impacto real en el futuro. Por otro lado, el pesimista ve los acontecimientos negativos como permanentes, como parte de la vida y el destino.
La segunda diferencia es que el optimista ve las dificultades como algo específico, mientras que el pesimista las observa como omnipresentes. Esto significa que cuando las cosas van mal para el optimista, el mira el acontecimiento como un incidente aislado y desconectado en gran parte de las otras coas que están sucediendo en su vida.
Por ejemplo, si estabas trabajando en algo y no se llegó a materializar, tu lo miras como un evento desafortunado, algo que sucede en el curso de la vida de cualquiera, así estarías reaccionando de forma optimista. En cambio, el pesimista lo mira como una gigantesca decepción, para el son indicios de un problema o deficiencia que invade todos los ámbitos de la vida.
La tercera diferencia es que las personas optimistas ven los acontecimientos como externos, mientras que los pesimistas interpretan los acontecimientos como personales. Cuando las cosas van mal, el optimista tiende a ver el retroceso como un resultado de factores externos sobre los cuales uno tiene poco control.
Si un optimista está atrapado en el tráfico, en lugar de enfadarse simplemente recurrirá la importancia del evento. Al contrario del pesimista, tiende a tomarlo todo personal, todo le pasa a el por que es él.
Mira los inevitables obstáculos que enfrentas como temporales, específicos y externos. Ve la situación negativa como un evento único que no está conectado a otros eventos potenciales y que es causado en gran parte por factores externos sobre los cuales tu no puedes tener mucho control.
Empieza a pensar como un optimista, no importa lo que suceda. Es posible que no puedas controlar los eventos, pero puedes controlar la forma en que reaccionas a ellos.
Fuente: Pasos al Exito