En varios estados, el personal de la salud duda de la efectividad del suero y teme por los efectos adversos. Cifras alarmantes
Muchos de los trabajadores de la salud de Estados Unidos, que están en primera fila para recibir la vacuna contra el coronavirus, se está negando a hacerlo. Alegan, entre otras cosas, su desconfianza por las reacciones que puedan experimentar, mientras la pandemia avanza en varios estados del país con cifras récords de contagio en las últimas semanas.
Un total de 350.598 personas han muerto por coronavirus en Estados Unidos desde el inicio de la pandemia, según la última actualización de la Universidad Johns Hopkins, publicada este domingo.
El último boletín incluye 299.087 casos detectados en las últimas 24 horas y 2.398 nuevos decesos. En total, desde la llegada del virus a Estados Unidos en febrero se han detectado 20.427.780 casos. El viernes el país superó los 20 millones de casos y en la última semana la media de casos diarios ha sido de 205.840.
El gobernador de Ohio, Mike DeWine, reveló que alrededor del 60% de los trabajadores de hogares de ancianos en su estado hasta ahora han optado por no vacunarse.
Algo parecido ocurre en la Ciudad de Nueva York, donde más de la mitad de los trabajadores de los Servicios de Emergencia mostraron su escepticismo por la nueva vacuna, no importa cuál sea el laboratorio, destacó un informe del New York Post.
El rechazo comenzó a extenderse hacia otros estados, y ahora se sumaron también California y Texas, que están experimentando una alta tasa de parte de los trabajadores de la salud, según los informes.
Se estima que el 50% de los trabajadores de primera línea en el condado de Riverside en el Golden State optaron por no tomar la droga, informó Los Angeles Times, citando a funcionarios de salud pública.
Más de la mitad de los trabajadores del hospital del St Elizabeth Community Hospital de California que estaban en la lista para recibir la vacuna no la recibieron por decisión propia, informó el diario.
En Texas, un médico del Houston Memorial Medical Center señaló que la mitad de las enfermeras en las instalaciones no recibirían la vacuna, citando razones políticas, además de médicas.
La excusa compartida por las enfermeras de Texas se repitió en una encuesta reciente de la Kaiser Family Foundation, que encontró que el 29% de los trabajadores de la salud eran «reacios a tomar las vacunas», informó el Times.
El diario agregó que los encuestados que se inclinan en contra de la vacunación señalaron, entre otras razones, que les preocupaba cómo la política influía en el desarrollo de la vacuna.
Una enfermera de un hospital de California que eligió no vacunarse porque está embarazada, dijo que sus compañeros de trabajo que optaron por el mismo camino que ella creen que no necesitan la vacuna para superar la pandemia
«Siento que la gente piensa, ‘todavía puedo sobrevivir hasta que esto termine sin recibir la vacuna'», dijo al Times April Lu, enfermera de 31 años del Providence Holy Cross Medical Center.
Estados Unidos sigue reportando cifras récord de casos, y en el primer día del 2021 sumó más de 160.000 nuevos contagios de coronavirus, según cifras de la Johns Hopkins University.
Más de 20 millones de casos en el país
Estados Unidos llegó este sábado a los 20.474.163 casos confirmados y a 350.598 muertos por covid-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
El viernes, primer día del año 2021, se alcanzó el nefasto hito de 20 millones de casos, lo que implica que la cifra de contagios en Estados Unidos se duplicó en menos de dos meses, ya que los 10 millones de casos se alcanzaron el 9 de noviembre.
Estados Unidos fue uno de los primeros países en aprobar y comenzar a usar la vacuna de Pfizer. Foto: EFE
Ese dato ilustra la gravedad del rebrote que vive Estados Unidos, que en diciembre registró varios récords diarios en el número de muertos por covid-19 y cerró 2020 con un máximo histórico de más de 125.000 hospitalizados por la enfermedad.
El estado de Nueva York sigue como el más golpeado del país por la pandemia con 38.243 muertos, seguido por Texas (28.597), California (26.394), Florida (21.890) y Nueva Jersey (19.329).
Otros estados con un gran número de muertos son Illinois (18.208), Pensilvania (16.307), Michigan (13.306), Massachusetts (12.502) y Georgia (10.960).
En cuanto a contagios, California suma 2.371.465, le sigue Texas con 1.798.238, tercero es Florida con 1.354.833, Nueva York es cuarto con 1.043.760 y en quinto lugar está Illinois, con 975.352.
Lejos de las estimaciones iniciales
El balance provisional de muertos supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia, cuando comenzaba a extenderse peligrosamente en abril y mayo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia suele fijarse la Casa Blanca, calcula que cuando Trump abandone el poder el 20 de enero habrán muerto 420.000 personas y para el 1 de abril 560.000.
Fuente: ANSA y EFE