El dólar solidario terminó a $147,26 con una suba del 79,8% a lo largo de todo 2020. Por segundo año, el peso fue la moneda emergente que más perdió.
La brecha cambiaria entre el dólar blue y el dólar oficial cerró el año en 86%. Este miércoles, el primero de ellos subió un peso (0,6%) hasta los $166, mientras que la cotización en la pizarra del Banco Nación quedó en $89,25 tras subir 0,3%.
De esta forma, el blue quedó 16% debajo del máximo que alcanzó el 23 de octubre y trepó 111% respecto de los $78,50 a los que cerró 2019. En otras palabras, al igual que el año pasado, el peso se convirtió en la moneda emergente que más valor perdió.
En tanto, esta jornada los dólares paralelos en la Bolsa volvieron a operar alcistas por la tarde para cerrar en baja a última hora. El dólar bolsa quedó en $139,99 y el «contado con liqui» en $140,26. Así, cierran 2020 con un avance interanual del 93,3% y del 88,5%, respectivamente, con una brecha respecto del tipo de cambio mayorista de más del 66%.
El divorcio entre la tendencia del dólar oficial -que siguió a lo largo del año a la inflación y hoy cierra con un avance del 40,5%- tuvo varios hitos. En particular la Comunicación 7030 del Banco Central del 28 de mayo que bifurcó a los ahorristas entre el mercado oficial y el mercado bursátil con un «parking» de 90 días y la Comunicación 15 de septiembre que exacerbó la desconfianza en el peso al achicar los mercados de los dólares paralelos.
El cambio de dirección en noviembre permitió achicar la brecha y reducir las cotizaciones. En diciembre el dólar bolsa bajó 3,2% y el contado con liquidación, 5,3%, mientras que el Banco Central pudo volver a comprar reservas por unos 600 millones de dólares, para cerrar el año con 5.300 millones de dólares menos de reservas brutas y con las reservas netas llegando a cero.
Así y todo, Miguel Pesce cerró el año con un balance positivo y en un comunicado remarcó que en su primer año de gestión consiguió «una reducción de la inflación cercana a los 20 puntos respecto a la de 2019», incrementar la inclusión financiera y el acceso al crédito y mantener el régimen de tipo de cambio flotante en medio de la pandemia.
En otro comunicado, ratificó la vigencia de la 7030, pero con dos modificaciones para el año que viene: la flexibilización para la importación de bienes de capital de parte de los exportadores a la totalidad de los anticipos y prefinanciaciones del exterior; y la exigencia de un permiso especial del BCRA para acceder al mercado cambiario a todos los que tengan figuren en la base de datos de la AFIP por facturación apócrifa.
Fuente: La Politica Online