Se impuso 1-0 por el gol de Melgarejo, a los 15 minutos del segundo tiempo. El miércoles que viene, la revancha en La Bombonera.
Como quería y quiere Sebastián Beccacece. Como lo pensó en la previa. Como lo declaró públicamente en la semana. Había que ir por otro candidato en la Libertadores, según las propias palabras del técnico. Y Racing fue por Boca. Sus jugadores fueron. Entendieron, compartieron el mensaje de que había que jugar con los dientes bien apretados y sin perder la premisa de monopolizar la pelota lo máximo posible. Si pudieron eliminar al Flamengo en el Maracaná, debían utilizar ese impulso de confianza para jugarle con autoridad al rival en la primera de las dos historias de estos dos cuartos de la Copa. No le sobraron maniobras con luminarias en ofensiva y sufrió en algunos pasajes, pero el team de Becca se quedó con una victoria que engorda su autoestima aunque haya sido exigua.
Cuando la prioridad de un equipo es jugar con la pelota y nunca renuncia a eso, muy probablemente tenga más chances de que, en algún momento, ese recorrido llegue al destino deseado. La inventiva que a Racing le había faltado para agregarle a la tenencia y búsqueda, finalmente apareció después de una gran acción colectiva. La Academia nunca dejó de intentar, aun con carencias en el aspecto creativo, y obtuvo su premio con ese cabezazo de Lorenzo Melgarejo. Una recompensa que supo defender con puntos altos atrás como los de Sigali, Nery Domínguez y Mena, y también por las malas terminaciones de Boca.
A mejorar en los últimos metros, Racing
Ahora, un gol en la Bombonera puede armarle un lío bárbaro a Boca y ponerle los nervios de punta. La clasificación está a tiro. Este miércoles le demostró a su adversario que es capaz de moverlo de un lado a otro con el balón en los pies. Que puede asumir el dominio cuando logra conexiones entre los jugadores más técnicos y obligarlo a no relajarse nunca. La Academia tendrá que agregarle ingenio a su ambición para que sus intenciones no se reduzcan sólo a eso en tres cuartos de cancha, como le ocurrió bastante seguido.
Un partido muy estudiado arrancó en el Cilindro. Con muchos recaudos pensados en el rival y la atención puesta en no dejar el mínimo espacio. Y ese fútbol estructurado quitó ingenio. Pero a medida que fueron apareciendo todas las cartas, se fueron soltando las fichas. Racing fue el que eligió jugar más con la bocha. De movida la conquistó en la mitad de la cancha, sector que recibía desde la salida limpia de atrás ya sea con pases o conducción. Se paró en campo rival. Logró amplitud principalmente con las subidas explosivas de Fabricio Domínguez, una de las figuras. Juntó pases y puso mucha gente en ataque en ese primer tiempo. Hasta ahí, el equipo hacía bien los deberes. No obstante, no encontró el último toque, una acción individual que rompiera con lo esperable o una pared de las que hacen daño.
Racing debe mejorar en inventiva, pero asumió la iniciativa ante Boca
Racing no tuvo la sorpresa donde más vale la sorpresa: en tres cuartos. La buenas distribuciones de Rojas y Melgarejo se quedaban no superaban esa zona sensible, donde se requiere de creatividad. Aseguraron al circulación, Lorenzo metió un par de buenos cambios de frente, pero a eso le faltó chispa más adelante. Licha López quedó solo arrba y participó poco porque no lo abastecieron bien. Como suele suceder cuando eso ocurre, retrocedía para pivotear. Fértoli arrancaba de atrás para ponerse de frente y acelerar con espacios, aunque sin desnivelar.
Boca, sin embargo, con menos posesión de balón, resulto más punzante en la etapa inicial. De hecho, exigió tres veces a Arias, con remates desde afuera. Los de Russo se apoyaron en el libreto que conoce muy bien: esperó espacios con los ojos bien abiertos y, vertical, procuró salir con velocidad con Salvio y Villa. Toto, sobre todo, no desequilibró. Y a eso se le sumó que Cardona aportó poco y nada. Muy apagado el colombiano. Aun con las ventajas que dio Soto -de nuevo- en defensa, Boca no pudo anotar. A favor de Soto, abrió bien la pelota para mena previo al centro del chileno que terminó en el tanto de Melgarejo.
Melgareho hizo el gol. Foto: ABC Color
Ya con el marcador a su favor, la Acadé dio unos pasos hacia atrás y se oxígeno cuando Cvitanich aguantó el balón adelante. Y hasta avisó con un remate de Solari. Supo Racing tener paciencia, soportar algunos momentos de zozobra y manejar los tiempos, ayudado por las carencias en asociaciones y finalizaciones de Boca en sus contras. El empate no hubiera estado mal, pero fue para la Academia. Que fue «por otro candidato», como dijo Beccacece tras el golpe a Flamengo.
Fuente : Olé.com