10-12-20 La Duma Estatal rusa (Cámara Baja del Parlamento) aprobó – en tercera y definitiva lectura – una ley que otorga inmunidad vitalicia a quienes ocuparon el cargo de jefe del Estado y también a los miembros de sus familias.
La nueva norma beneficiará al actual presidente del país, Vladímir Putin, que lleva más de 20 años en el poder, y a Dmitri Medvédev, que estuvo al frente de Rusia entre 2008 y 2012.
Ninguno de los dos podrá ser sometido a responsabilidad penal o administrativa, ni arrestado y tampoco interrogado. Sus domicilios no podrán ser objeto de registro alguno. Solamente en caso de «alta traición» u otro delito grave podría ser levantada la inmunidad judicial, pero siempre a petición de los Tribunales Supremo y Constitucional y tras el apoyo de los dos tercios de los diputados de la Duma y de los senadores del Consejo de la Federación (Cámara Alta).
El proyecto fue presentado en octubre por el senador próximo al Kremlin, Andréi Klishas, y el diputado Pável Krashenínnikov, también oficialista. «Esta ley blinda las garantías de inmunidad de cualquier expresidente más allá del plazo de cumplimiento de su mandato», declaró entonces Klishas. La actual legislación rusa hace inviolables a los primeros mandatarios solamente durante el ejercicio de su mandato, pero no están protegidos ante causas penales o administrativas relacionadas con hechos anteriores o posteriores. Ahora la inmunidad será vitalicia y alcanzará también a las familias, propiedades, medios de transporte y efectos personales.
Estos cambios legales emanan de la reforma constitucional aprobada en un plebiscito popular el pasado 1 de julio, que dejan además el camino expedito para que Putin pueda continuar en el poder dos mandatos más de seis años cada uno a partir de 2024, es decir, hasta 2036. En el mismo contexto hoy se aprobó también en la Duma una ley de reforma del Consejo de la Federación, que permitirá a los expresidentes ser senadores de por vida.
Todo ello no ha hecho sino disparar las especulaciones en cuanto a que el actual jefe del Kremlin, que cumplió 68 años en octubre, pueda estar preparando el terreno para entregar la presidencia a otra persona en 2024 y él seguir dirigiendo desde el Consejo de Estado, un órgano contemplado en las enmiendas constitucionales recientemente adoptadas, pero cuyas prerrogativas no están todavía definidas. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, desmintió tal posibilidad subrayando que Putin goza de buena salud y no ha tomado todavía ninguna decisión sobre si seguirá o no siendo presidente después de 2024.
Fuente : ABC