29-11-20 ¡Por favor prudencia!
Entre los cambios de hábitos que acarreó la pandemia de coronavirus, el uso de la bicicleta se posiciona como uno de los más relevantes a la hora de transportarse, pero especialmente cuando la gente decide volcarse a las actividades físicas. Se trata de una decisión positiva que ayuda al ambiente, al tránsito y a la salud. Sin embargo, los problemas afloran con la imprudencia de los conductores.
Hay dos conductas sumamente riesgosas que lamentablemente ya se están cobrando vidas en las rutas salteñas.
Una la protagonizan los vehículos de mayor porte, que no respetan al ciclista sobrepasándolos a escasa distancia, mucho menor a la de 1,5 metros que establecen las normas de seguridad. Así, las bicicletas son prácticamente expulsadas hacia las banquinas y en el peor de los casos, embestidas.
Por otra parte, se ha naturalizado el uso de las autopistas para el ciclismo de recreación, pese a que cuentan con ciclovías. Es así que se puede ver a diario grupos de deportistas ocupando parte de los carriles por los que circulan miles de autos, camionetas y camiones a altas velocidades. Una aventura prohibida en la que se pone en juego la vida propia y ajena.
Subirse a la bicicleta es a todas luces la mejor decisión que pueden haber tomado muchísimos salteños, pero su uso debe ser responsable. En tanto, los automovilistas deben ser respetuosos de las normas y empáticos con quienes se desplazan en vehículos más desprotegidos. Así, solo así, las rutas salteñas dejarán de ser un campo minado.
Fuente: El Tribuno