24-11-20 Buscan que los contribuyentes con mayor capacidad contributiva «paguen más». Ganancias y Bienes Personales, los impuestos que podrían sufrir modificaciones.
Los pilares en los que descansará el nuevo esquema tributario son varios: volverlo más simple (los funcionarios y el propio Guzmán hablan de “armonización tributaria”), progresivo, que apunte a la sostenibilidad fiscal y a alinear los incentivos adecuadamente. Esto último, explicaron hace meses desde el Gobierno, refiere a que “no se castigue a las exportaciones, la producción ni la generación de empleo”.
Según datos de la Subsecretaría de Ingresos Públicos -a cargo de Claudia Balestrini- la presión tributaria de los impuestos nacionales y provinciales pasó del 31,5% del PBI en 2015 (el pico máximo desde 2010) al 28,4% en 2019. Si se toma como referencia un análisis realizado por las autoridades salientes en diciembre de 2019, salvo el IVA y los tributos provenientes del comercio exterior, el resto de los impuestos achicaron su peso en relación con el producto. Sin embargo, la mayor caída se registró en la recaudación de Ganancias, que en los cuatro años de mandato de Macri perdió 1,3 puntos porcentuales, al pasar de 6,4% a 5,1% del PBI. Este achicamiento de la recaudación, advirtieron analistas en diálogo con Ámbito, no fue sólo por los cambios legales, sino también por la caída de la actividad y de los salarios.
Fuente : ámbito.com