23-11-20 La gran estrella del reggaetón habló con La Viola sobre la influencia de la comunidad latina, el machismo de la industria y “No Drama”, su nuevo tema junto a Ozuna.
Becky G busca cada palabra. Si se traba, pide ayuda, pero su idea es hablar en español. A pesar de haber nacido en Inglewood, Los Ángeles, se siente latina. Sus abuelo mexicanos, los primeros que migraron a Estados Unidos, se enojaban con ella cuando no hablaba su idioma durante su infancia. “Yo soy una chica espanglish, de niña cantaba en español y era mi conexión con mis raíces”, le dice a La Viola a través de una pantalla de Zoom.
En los últimos cinco años, y a sus jóvenes 23, se convirtió en la gran estrella del reggaetón mundial. Tirando abajo los dogmas machistas del género, creó un movimiento a su alrededor siendo una outsider. Tras publicar Mala Santa, su álbum debut, a finales de 2019, tenía planeado lanzarse a la conquista de los escenarios. “Este año pensé que íbamos a lograr todos mis sueños y todo lo que quiero en el mundo pero, en vez de eso, tuve que reflexionar y dar gracias por lo que tengo: mi salud y mi familia”.
Estos tiempos convulsos le sirvieron para entender más sobre el éxito y las repercusiones que tuvo en su vida diaria. “Hay cosas más grandes en la vida que el próximo single, cuántos boletos vendimos, you know…”. Pese al parate en vivo, nunca dejó de hacer música y acaba de presentar “No Drama” junto a Ozuna, que ya acumula millones de plays: “Es mi mood de 2020, que fue un año de mucho drama. Tener esa mentalidad de decir ‘conmigo no, acá no hay nada de drama’ me encanta”.
-A vos te conocen por ser la mujer que se plantó en el reggaetón y esta colaboración diversifica tu música y la expande.
-Siempre trato de salir de esas cajitas que me tratan de poner. Los géneros de música, si es reggaetón, balada o lo que sea, lo voy a hacer si quiero hacerlo. Y además, quiero ser directora, quiero hacer una productora que le de trabajo a gente de nuestra comunidad. Siempre me digo: ‘ok, tu puedes ser la primera en muchas cosas, pero no seas la última’. Eso siempre será mi prioridad en cada paso.
-¿Cómo convivís con la alta demanda de cultura latina y el cierre de fronteras en Estados Unidos?
-Disfrutamos de la cultura latina y todo lo que aporta. Creo que hay otras partes de nuestra cultura que deberíamos educarnos y cambiar. El machismo, especialmente el machismo. Siempre viví mi vida entre dos mundos y a veces me jalan de todos lados. Si tú me preguntas qué soy, te digo que soy mexicana, soy latina. Y muchos me podrán decir que no lo soy, porque no nací ahí, pero me siento orgullosa y segura en mi espacio.
-¿Sentís la necesidad de ser ese agente de cambio?
-No necesitás ser famoso para serlo, alcanza con ser un buen ser humano. Yo no estaría aquí sin mis fans y es importante demostrar e inspirar. Siempre trato de ser muy transparente con ellos y hay muchas cosas que están pasando y que nos afectan a todos. Trato de ayudar en lo que pueda.
-Tenés más de 25 millones de seguidores en redes sociales, ¿cuánto te influencia tu comunidad y la necesidad de dar un mensaje acorde?
-Tener una plataforma tan grande es una gran responsabilidad. Quiero ser un buen ejemplo pero también ser un ejemplo real. Quiero ser transparente con ellos y que vean que se puede hacer. Yo arranque de la nada, y estoy bien con nada. Todo esto (señala la escenografía) es extra y yo creo que vivir tu sueño es algo para lo que siempre puedes prepararte pero nunca estás lista. La mía es una historia de trabajo, de inspiración, de ser una líder en los espacios en que las mujeres se supone que no deberían estar.